Yo también te quiero, pero cumple

Vía de Escape

Paco Cepeda 29/03/2017

Querido, queridísimo, por y para siempre amado Ramón: no te creí cuando me dijiste que necesitas marcharte, que te ahoga esta triple condición de marido, padre y amante pasional. Fueron tantos días y noches de amor, del mejor amor, que no podía creerte. Tus abrazos sinceros siguen viviendo en mi corazón y al ver a nuestros hijos, ya tan mayores, los más guapos, buenos y listos del vecindario, estaba convencido de que sólo sería una crisis de cuarentón. Ya se te pasaría corriendo maratones o triatlones, pensé. Y mira que me lo dijiste veces, pero no te podía ni quería creer. Hoy me llega una carta, que no es como las que me solías enviar, la firmas tú, pero parece de un extraño. Me dices que me sigues queriendo, que soy el único amor de tu vida, y que por todo lo vivido juntos, y quién sabe si alguna vez volvamos a vivirlo, me pides, sin pedirlo, que olvidemos aquel acuerdo matrimonial que firmamos hace unos pocos años, casi meses. ¿Recuerdas? Te dije que para qué firmar nada, que para qué poner lo de la indemnización de los cinco millones en caso de que alguno dejara al otro, que no era necesario si nos queríamos tanto, pero lo firmamos, no sé ni por qué. Te digo, Ramón, que lo que duele es que me dejes, no que no quieras pagar o que entiendas que te mereces un adiós con un abrazo sincero y una sonrisa en mi boca y sin abogados ni bancos. Me dijiste que no había terceras personas, puede ser, pero lo siento Ramón, soy humano, y cuando pienso, ya con menos dudas, que un día te voy a ver abrazado a esa italiana atractiva con la que dicen que vas por Londres, pues me da un pellizo el estómago, ese tercer cerebro que tenemos y al que escuchamos tan poco. Te digo Ramón, que aunque lo que me duele es que me dejes, que espero, por ese amor, que prefieras abonar los cinco millones mejor que los 2.5 si te vas a partir de julio. Sería mejor, querido Ramón, aunque lo que me duele ya es tu marcha, no el dinero. Te he querido y te quiero mucho, pero te deseas ir TÚ, y quiero que cumplas lo firmado, ni más ni menos, sin arrumacos que algún día, tal vez, puedan volver a darse, pero que hoy no tienen sentido.

Siempre tuyo, el Sevilla FC de tu alma.