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Víctor pide fe, no estabilidad

Vía de Escape
Paco Cepeda
Paco Cepeda
27/04/2017

Víctor Sánchez del Amo, a su modo, con ese perfil bajito, de forma más o menos indirecta, pero lícitamente como es obvio, está aprovechando lo que le pasa al Real Betis Balompié como SAD para arrimar su sardina al ascua. Víctor pide tranquilidad, estabilidad, y mete su mijita de porquería (algunos a lo mejor no la quieren, dice), pero en realidad lo que desea, lo que busca, es una estabilidad en el banquillo, porque está él sentado. Y en fútbol, señor Víctor, la estabilidad viene de la mano de los resultados, no al revés. Como es evidente, hay cierto margen de tolerancia, se deja hacer, pero muy pronto, la trituradora se pone en marcha. Así han decidido los hombres de fútbol que sea esto. Por eso cobran ustedes esas cantidades tan desorbitadas, porque es muy efímero su mundo. Su mundo, señor Víctor, es de locos. Los 'indios' cobran más que los jefes. Rubén cobra más que usted, usted cobra más que Torrecilla, Torrecilla cobra más que Haro, que no cobra nada pero es el que manda... Eso es una locura. Pero una locura muy lucrativa. Por tanto, la cordura que pide, en otra ventanilla, porque en su mundo no existe y no existe porque a ustedes les conviene. Ya saben, eso de ser hombre de fútbol, lo de oler a linimento y todos esos cuentos para convertir el circo en un coto cerrado en el que sólo unos cuantos elegidos pueden terciar. Los demás, según su criterio, sólo estamos para hacer ruido y crear polémica. No se le pasa por la cabeza que, sin interés alguno, con cierto conocimiento, a alguien le pueda parecer usted un entrenador que por ahora no da la talla para un club como el Betis. Por cierto, no se preocupe en exceso de la crítica, lo bueno de esto es que si usted gana, por ejemplo, dos o tres partidos de los que restan, pues posiblemente siga hasta que vuelva a perder de forma continua. 

Por mucha confianza que se le dé a una estructura deportiva, las derrotas, la mediocridad, lo minan todo. Hay presidentes, organizaciones, más pacientes que otras, que sí, pero sólo los que van consiguiendo objetivos logran esa paz, esa estabilidad. Nunca es al revés. Usted ha tenido y tiene un margen de confianza suficiente para emitir un juicio. No se queje. Como digo es lógico tratar de defender lo propio y nada censurable. Pero otros, sin necesidad de tener interés de ningún tipo, podemos discrepar, con algunos datos, muy conocidos. 

Venía a decir el entrenador del Betis que esto es una montaña rusa, que una veces estás arriba y otras abajo. ¿Cuándo ha estado arriba 'su' Betis? Yo lo veo con 37 puntos a falta de 12 y siempre muy atrás en la clasificación. Yo veo que el Betis sumó 14 puntos en el primer tercio de Liga, que sumó otros 14 puntos en el segundo, ya con usted, y que ahora va por nueve, y que sospecho que sumará de nuevo otros 14 más o menos. Pobre, muy poca cosa no observo por ahora esa progresión. 

Y, sí, veo que usted es más sensato que Gustavo Poyet, que no es muy complicado, por otro lado. Y veo que ha convertido a Ceballos en un jugador de fútbol no un peloterito agradable. Pero también observo, desde que se dedica a esto, que usted gana más bien poco, muy poco. Y observo, sin interés de ningún tipo, no tengo ningún entrenador al que 'colocar', que no sólo no le acompañan los resultados, sino que su equipo dice muy poco en el campo, pero muy poquito. Que su planteamiento resulta demasiadas veces inflexible ya sea ganando, empatando o perdiendo. Observo que sus cambios, demasiadas veces, no mejoran lo que se ve. Susurran voces autorizadas de su vestuario (esos sí tienen su interés) que tampoco la conexión con el grupo es la mejor posible. Usted no pide un análisis más o menos objetivo de su labor en el Betis, en realidad usted pide más bien que se tenga fe, que es la única creencia que no está sustentada en pruebas. Yo al menos no veo esos datos que puedan sustentar su continuidad en un club con aspiraciones. Pero al parecer sus jefes sí lo ven, así que no se preocupe tanto y gane más que pierda, que de eso trata su oficio. Va de ganar, ni siquiera de trabajar y ver muchos vídeos. 


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