Primero va de rico y ahora de humilde

Vía de Escape

Paco Cepeda 22/05/2017

Me tiene enormemente desconcertado Ángel Haro. No tengo el gusto de conocerlo más allá de una larga charla telefónica de intercambio de opiniones, con gran corrección sobre todo por su parte, y por supuesto de su actuación pública. Y sinceramente, aunque no me gustan muchísimas cosas del Betis que está dibujando, me da la impresión de que tiene más posibilidades de dar con la tecla que su oponente Rafael Salas. Así de mal parido intuyo que puede ser lo de Salas. Ése es mi criterio, subjetivo, de un sujeto que sujeta. No quiere convencer a nadie ni en realidad tiene más importancia que la que se le debe dar a un señor que se dedica a opinar con mejor o peor tino. Pero si me tocara decidir qué hacer con una acción del Betis, yo se la dejaría a Haro en vez de a Lopera, Oliver, Castaño o Salas. No los igualo, pero por diferentes razones me parecen peores opciones. Así que esa acción se la dejaría por descarte, no por méritos, al actual presidente. En realidad creo que se la entregaría a Serra, pero como va con Haro, pues a Haro. Y no es que dé por seguro que el balear vaya a cambiar esta corriente negativa, pero lo veo el más indicado de todos los que conozco para al menos intentarlo. 

Pero vuelvo a Haro. Pese a ser mi hombre si yo tuviera una acción, me deja muerto cuando habla. Lleva dentro un tipo aguerrido, con cristalitos, y cuando habla, si puede, no deja prisioneros. Y tengo que decirlo de nuevo, menos una cosa muy principal, que es la que lo tiene en los tribunales, Haro hace y dice cosas muy loperianas. Es muy loperiano presumir de dinero, Haro lo hizo hace relativamente poco cuando dijo que él no necesitaba el Betis para nada material porque una sola de sus empresas factura al año 300 millones de euros. Vamos, presumir de rico. Y ya le tuve que afear, con gusto además, que al margen de poco elegante, no le compro su análisis, porque está más que visto que roban mucho más los que tienen que los que no tienen. Pero es que semanas después de la vacilada de hombre rico, va hoy, en Onda Cero, y cuando se opone a Rafael Salas presume de orígenes humildes. Le dice, con una mala leche propia de columnista de muchodeporte, que su Betis era el de ir en autobús con una peña, no el de acudir de la mano de papá en un Mercedes al palco. Jugamos a todas las barajas. E insisto, a mí me parece que con un estilo muy poco elegante. Esas consideraciones las hubiese firmado el Lopera más crecidito, que ya lo conocimos. El que trajo a Serra, por cierto.