Todo igual de disparatado o más

Vía de Escape

Paco Cepeda 10/08/2017

Al regreso de unas vacaciones de uno de los países menos futboleros que recuerdo (ni un solo bar con la final de la Supercopa entre Madrid y Manchester), me encuentro muchas novedades pero las mismas tonterías. Supongo que soportar esta vulgaridad de circo es culpa de nosotros, de ustedes y de los actores de un mercado que por esas estupideces que decimos encuentran el caldo de cultivo adecuado para obtener beneficios millonarios de toda esta farsa. Los agentes, los intermediarios y los que les llenan los bolsillos supongo que para luego repartir el botín (no se puede explicar de otro modo) han dado otro salto. Porque un jeque se da el capricho de coleccionar a Neymar por 222 millones de euros (más impuestos, comisiones y primas de fichaje), todo cuesta el doble. Da igual la calidad del futbolista, como hay más dinero en circulación, todo vale más, la puñetera inflación que en el mundo del fútbol obedece a criterios absolutamente ridículos. En este mundo que nos concentra a ustedes y a nosotros, Alberto Moreno pasa de suplente del suplente para un entrenador a ser intransferible para el mismo tipo por unos cuantos partidos de verano, o un lateral izquierdo que es brasileño de toda la vida y que cuesta 20 millones de repente aparece como dificultad que tiene pasaporte no comunitario, cuando le pasaba eso desde pequeñito, desde que nació. Se habla de jugadores buenos, pero sin más, y se les tasa en más de cien millones, pero sin pestañear, y esos dirigentes que por narices tienen que meter el cazo en este tipo de operaciones los pagan, sabiendo todo el mundo que Coutinho, por ejemplo, no devolvería ni en diez vidas, ni ganando cuatro Champions, ese dinero que dicen que vale. ¿Cuánto costaría entonces Messi? No ando fino, no, las vacaciones me han oxidado, pero sigo en lo mío, denunciando de forma estéril que este mundo está orientado para el engaño, para inflar operaciones para que algunos se llevan la pasta por la cara. Y que periodistas y aficionados contribuimos a ese circo como tontos útiles. Pues nada, cumplidas las vacaciones me pongo en ello, a seguir animando al mismo.