Aprender a 'leer'

Vía de Escape

Paco Cepeda 10/12/2017

Si preocupante es la racha de resultados del Betis, igual o más es el diagnóstico que hacen los que tienen que sanar a este 'muerto' deportivo. Tengo que conceder una cosa clara, que el ridículo ante el Eibar, el Cádiz o Las Palmas no se ha vuelto a ver. Que con la grada muy soliviantada, no ha repetido esas faltas graves de profesionalidad y vergüenza torera que nos han traído hasta aquí con la escopeta cargada. Pero a partir de ahí, caer en la autocomplacencia de pensar que se jugó bien ante el Atlético, que no se hizo exactamente lo que quiso ese feísimo equipo de Simeone que te gana así o asado, es no ver lo que pasa en cada momento y por tanto no tener respuestas para el futuro. 

De todos los que han comparecido en verdiblanco tras la enésima derrota, el peor, otra vez, ha sido este entrenador que yo ya no sé ni de qué habla. Un entrenador cuyo equipo defiende mal y ataca bien y empata o pierde, un entrenador que tiene un equipo que a menudo no compite y le meten cinco el Éibar o el Cádiz. Un equipo que es capaz de hacer bueno a Las Palmas, y pierde. Un equipo que al Atlético de Madrid le basta con meter un golito en una contra aislada y que luego sufre menos que nada para defender ese resultado. Y pierde. Gargantas intactas en la grada del Benito Villamarín. No hubo ni media ocasión de verdad. Ni un uyyy optimista. Y eso le parece bien. Le parece que hoy han retomado el buen camino. No se da cuenta de que encuentran mil maneras de justificar la derrota como si fuera algo natural, como si no se pudiera evitar de ningún modo. Yo prefiero mil veces escuchar al Valencia protestar dos o tres días porque en Getafe no pudieron jugar por el césped, la pérdida de tiempo, la dureza..., pero sin los puntos, que este rosario de justiticaciones permanentes para no afrontar que el Betis está en una racha de descenso, que no le gana a nadie sin que se sepa quién narices va a hacer algo para cortarlo de una santa vez. 

Y espero que la pregunta de Setién al periodismo sobre qué pasa con el equipo chino que tiene firmado a Rubén Castro hasta enero sea una ironía que deben de entender en Santander, porque un entrenador que se precie, además de entrenar al grupo y mejorarlo en todo lo que pueda, no tiene otro trabajo que hacer que llamar todos los días a China, a quién sea, para rogar que le dejan al menos entrenarse a Rubén Castro con el grupo, para que el primer día de enero pueda jugar y ayudar, porque lo necesita tanto como la manteca de lomo al bollo.