Ojana y favoritismo

Vía de Escape

Estaba cocinando el otro día para una maravillosa tropa hambrienta mientras Almansa, Oliva, Escalera, Ocaña y por supuesto Víctor Fernández se despedían de su audiencia en Cope y yo me pasaba al dial de Radio Marca, con Agustín Varela, Pineda y Rivero. El periodista deportivo, habitualmente, mientras concilia, escucha a todos o casi todos los compañeros. Yo suelo terminar esta tarea a las cinco de la tarde en una primera tacada, porque tras Varela, 'como' con Canal Sur, con Eduardo Gil, Hidalgo, Pardo, Manolo Martín, Nacho Vento, Furest, Calado, Enrique García... y me tomo el cafelito con Radio Sevilla, con Ortega, Ordóñez, Aguilar y Ronquillo. Hay recursos para escuchar a los dos y lo hago. Luego, ya más tarde, no 'perdono' a Jesús Márquez ni a Juan Bustos o Pepe Da Rosa... En fin, trato de estar informado por las llamadas fuentes oficiales o cercanas a la oficialidad  y por los compañeros, lo normal. Les cuento eso por situarlos y por darle un pequeño homenaje a los queridos camaradas que me llevan donde muchodeporte no llega, entre otras cosas por un veto ridículo y torpe de algunas de las personas que todavía mandonean en el Betis. Pero eso es lo de menos. Ya habrá tiempo de seguir recordándolo y sobre todo denuciándolo. 

En estos tiempos, los mejores de la historia para la comunicación (no para el periodista, pero sí para a comunicación), todos tenemos la tentación de darle la voz a la gente. Abrimos canales de interactividad y dejamos que casi todo el mundo opine y que nos critique en la mismísima cara. Muy bien, nosotros, casi todos, también lo hacemos. Cuando llega un derbi todo empeora. Todo el mundo piensa que el periodista al que se dirige (medio insulta) es del equipo contrario al suyo. Y gran parte de las audiencias piensan de verdad que estamos por y para servir a los equipos sevillanos y para decir lo que más o menos ellos quieren escuchar. 

Me hizo reflexionar sobre el tema especialmente una oyente de Radio Marca, de toda la vida, llamando sinvergüenza a la redacción deportiva de esa emisora por apuntar, entre mil comentarios, que el Sevilla partía con la vitola (pero sin Vitolo) de favorito. Añadía que era ofensivo para su condición de bética tener que escuchar eso, que su equipo no merecía esa calificación, esa especie de menosprecio. No viaja en ese barco sólo ella, muchos y muchas piensan que informar es estar en una equidistancia que por aquí abajo llamamos ojana. Y en los derbis, muchas veces, logran el objetivo, nos dejamos llevar por los lugares comunes. Esa simplona frase de en los derbis puede pasar de todo. Pues claro, como en los Espanyol-Levante, puede pasar de todo.

Pero resulta, que cuando Serra Ferrer tiene mejor equipo y mejores jugadores y mejor clasificación pues casi siempre gana y que en los últimos tiempos, el Sevilla, por ejemplo, lleva ocho de diez ganados, con una derrota que al final no fue tal (el Sevilla eliminó al Betis en Europa League en la vuelta) y un empate. Se supone que en su análisis el periodista tendría que olvidar esto. 

Se ha sumado al mantra de cualquier cosa puede pasar en el derbi una evolución del mismo, el de este año sí habrá derbi, propuesto por Serra. Pues claro, siempre lo hubo, de hecho, en estas recientes victorias mayoritarias sevillistas ha habido pocos triunfos especialmente contundentes. Alguno hubo, pero casi siempre se compitió, como en los Betis-Villarreal o en los Sevilla-Athletic. Ante esta nueva frase lo mismo el periodista debe obviar que el Sevilla juega en casa, donde lleva trece meses sin perder, en una racha entre Champions, Liga y Copa de 29 encuentros oficiales en Nervión, en los que ha conseguido 20 victorias y nueve empates. Lo mismo hay que olvidar que es el segundo mejor equipo en casa de toda la Liga, por detrás del Barcelona, y que el Betis no es de los mejores fuera de casa, pese al gran triunfo en el Bernabéu y el más reciente en Málaga. Seguramente para alimentar más la ojana, debemos pasar por alto que el Betis sólo ha logrado dos triunfos ante dos de los equipos peor clasificados de la Liga (Alavés y Málaga) en los últimos 11 partidos de Liga, siendo derrotados además en todos los campos de los equipos de arriba (menos Real Madrid y Sevilla). Lo mismo no tiene que ser evaluado que un equipo es quinto y el otro decimocuarto con ocho puntos menos. Porque fútbol es fútbol y mil tópicos más. 

¿Quiere esto decir que el Sevilla va a ganar? Pues por supuesto que no. Lo mismo golea el Betis, puede ser, no lo descarto, pues claro que no, si llevó cuarenta años viendo partidos de fútbol cómo voy a predecir esa tontería. Pero no somos adivinos, no tenemos que acertar el futuro, tenemos que hablar desde el presente, con los datos que manejamos. De lo contrario, seríamos como Óscar Arias, que obvia en su planificación que Carriço y Pareja se lesionan mucho y juegan poco y que Muriel marca pocos goles de toda la vida. Serra tampoco ha estado fino sobre todo en acumular fichajes-lesionados, pero seguramente esto lo recuerdo por la ojana periodística de repartir por igual. 

Este artículo debería tener vigencia antes y después del partido. El resultado, en este sentido, debe dar igual para hoy, sí será tenido en cuenta, en su proporción adecuada, según lo visto y lo que deje, para posteriores análisis, para los siguientes derbis que tengamos que desmenuzar cuando toque.