El famosísimo paraguas

Vía de Escape

Paco Cepeda 10/01/2018

La temporada, el derbi... nos ha demostrado mil y una veces cómo funciona el mentiroso mundo del fútbol. Voy a ir a lo concreto más adelante, pronto, pero me voy a detener en el próximo enemigo a muerte del Sevilla, el United de Mourinho, para tratar de explicar mejor lo que quiero decir. El Manchester está en crisis, en su crisis. El City gana todos los días y parece campeón ya en enero. Eso es estar en crisis para el United, y gorda. Pero tiene a Mourinho insultando a Conte, o liado con la prensa que dice que vive más en Londres que en la horrible ciudad del norte de Inglaterra, o afirmando que el City se gasta más dinero en laterales que él en delanteros... Todo le vale. Es el circo que entretiene a la gente mientras sortean o no su mal momento. Su show, más su prestigio, le da para aguantar el temporal y además sostener a los que lo ponen sin mucho compromiso. 

En el Sevilla, Pepe Castro, tras la marcha de Monchi, el paraguas ideal en sevillista por y para siempre y todos, no ha logrado fabricar una figura ni parecida y además no ha contratado a un entrenador 'incuestionable', tanto en la victoria (mejor) como en la derrota. No ha traído a su Mourinho, para liberarse él y Arias de esa primera línea que quema al más pintado. No lo ha hecho y lo paga. 

El Betis, Haro y Catalán, sí lo han hecho esta vez. Se llama Serra, horrible en Mallorca, pésimo en el Barcelona, pero don Lorenzo en el Betis, el hombre que tiene crédito, al menos más que los demás. El único humano bético que yo conozco que podía aguantar a un Setién diciendo cosas raras y perdiendo 3-5 con el Cádiz. Sin Serra, Setién cae ese día, y en semanas, el proyecto ABA, como fichas de dominó, como ya pasó con otros entrenadores, directores deportivos y presidentes de ese último Betis sin paraguas. Serra no garantiza nada, claro que no, pero ofrece crédito y tiempo. El tiempo es oro, en fútbol platino. El Betis compró todo eso. El Sevilla se lo gastó en Muriel y Kjaer.