Setién, el informador

Vía de Escape

Se parece el título mucho al de Haro, el periodista, pero la cosa no tiene nada que ver, creo. Porque Quique Setién me gusta. La verdad es que es lo de menos, pero digo que me gusta públicamente, para que se sepa. Y no hay la más mínima ironía en el asunto. Diferencio entre el entrenador, que me gusta pero con matices, y el personaje, que me gusta con menos matices todavía. Como persona, desgraciadamente, no tengo el gusto, pero también empatizo en la distancia, la verdad.  

Es un señor relativamente diferente al común de los mortales en este negocio, pero hasta así, con esa capacidad analítica y esa experiencia personal que le intuyo pueda tener, cae en prejuicios y en tópicos de un fútbol-negocio ventajista y simplón. Sinceramente creo que él no lo es, pero no es capaz tampoco de distanciarse del todo. Y se lo agradezco, porque ayuda a enriquecer el debate más allá de lo muy clásico y manido. Y al hilo de su buena rueda de prensa de hoy, la de Adán, vamos a llamarla así, tengo quer decir en primer lugar que ha enfriado un incendio y que ha vendido algo que además de ser verdad, es lo que había que decir: que el Betis ha sobrevivido a lesiones y problemas igual o más graves que la baja de Adán y que anda sexto pendiente del quinto más que del séptimo. Eso es ayudar desde el verbo. Eso es construir antes de. 

Dicho lo cual, en esta charla unilateral con Setién, le querría hacer dos observaciones, lo mismo me salen tres, ya veré. La primera es que después de aparecer ofreciendo una información ("no se opera de momento, cree lo que te digo"), pese a que es el entrenador, pese a que debe tener mucha más información que un periodista, tendría  que comprender a partir de este minuto mucho más a los que nos dedicamos a informar y ahora intuir la multitud de trampas con las que nos enfrentamos a diario.  Si él no se entera de lo que va a hacer Adán, pues haga su propio cálculo de lo muy difícil que es hacer este puñetero trabajo nuestro que todo el mundo parece saber hacer. 

Y la segunda cosa, lo mismo sólo son dos al final. Setién, hoy, de un modo indirecto, ha vuelto a hacer algo muy cómun en los profesionales del sector, que es al final culpar a la prensa, que además es el enemigo favorito, uno de ellos, de la masa. Ha dejado caer que en el tema Adán hay especulaciones, que se habla de un malestar que no existe porque en el club "se acepta y respeta la decisión " de su portero. Bien, me remango en eso. Le quiero contar a Setién algunas cosas que a lo mejor no controla todavía o no le dejan ver desde dentro. La noticia de que Adán se operaba sí o sí, por lo que yo sé de este mi negocio, tiene toda la pinta de salir del propio Adán y de sus representantes. Mis compañeros y amigos que informaron de eso bebían de la mejor fuente posible. A los hechos me remito, se enteraron antes que el entrenador. Segundo, los compañeros, igual de informados o más, que ahora hablan de un presunto chantaje del portero (la verdad es que no lo consideran presunto), o que ofreció seguir jugando a cambio de más años de contrato, no se inventan nada. Si así escriben y hablan es que en el Betis, en el tuétano del Real Betis Balompié, así les han informado, como siempre lanzando por delante al denominado mensajero, porque ellos al final se tienen que tapar. Así que Setién tampoco se entera (o no se quiere enterar) cuando habla de que es un tema zanjado y que todo lo que se diga por fuera no está en sintonía con la verdad. Señor Setién, créame, si ellos lo publican es que Haro, Ramoncito o Julio... así lo han contado, no lo dude ni medio segundo. 

Así que aunque usted, y muy bien, haya tenido que salir a sofocar el incendio, en su club, y lo mismo hasta tienen razón, gente de mucho peso, más peso que nadie, creen que el portero ha hecho una marranada. Y así lo contamos. No defienda otra cosa porque su culito podría volver a quedarse al aire. Hágame caso, que de eso sabemos fijo.