Cuando uno más uno da tres

Vía de Escape

Paco Cepeda 09/04/2018

Quique Setién debería saber ya a estas alturas cuándo es el cumpleaños de Serra Ferrer. Lo suyo sería que fuera metiendo en una hucha el suelto para cuando llegue ese día, hacerle un pedazo de regalo a su jefe. Porque Serra ha logrado que el exentrenador de Guinea, o del Lugo o el mismísimo de Las Palmas, ese que encajaba dos mil goles cada cinco minutos, hoy, sin perder su punto de locura-romántica, su atrevimiento a la hora de poner a un chaval de la cantera, o cuatro, y la dosis de alegría que traen algunas de las cosas que propone y que proponía, tampoco sea con el Betis el bizcocho que eran sus anteriores equipos. Porque Serra medio le impuso a Javi García, le trajo a Bartra en vez de a Sandro, y de esa forma y seguramente de manera más concreta, le invitó a reflexionar si no era más sensato, dada la sangría de goles, que jugaran tres centrales para intentar arreglar lo de la circulación de balón atrás y lo de la solidez. Bingo. Ha funcionado. Y el entrenador, esa mayor solidez no la ha utilizado para retrasar líneas y salir a la contra con la gente rápida que tiene. No, sigue apostando por el control del juego por medio del balón, ha mantenido la eficacia arriba y ahora, cuando se pierde el balón, pues no hay inferioridad numérica en el repliegue. En fin que ha dado con la tecla. 

Serra, por su parte, pienso que ha visto mejorado su plan inicial. Lo mismo hubiese conseguido con otro entrenador resultados parecidos, o no, pero pienso que Setién lo complementa bien, que le quita el excesivo rigor y el corsé que tenian como pequeño lunar los equipos que planeaba cuando era técnico. Hoy por hoy, se complementan muy pero que muy bien. Esa es la clave, porque hay muchos sitios donde hay dos extremos con la intención de encontrar el punto intermedio pero la cosa termina como el rosario de la aurora.  

Hubo un momento en el que dudamos todos, en realidad yo al menos no dudé, yo consideraba que había que echar a Setién. Y resistió, y no sólo lo aguantó Serra, ya que me aseguran que el presidente Haro fue fundamental en ese momento clave, tras hacer el ridículo ante el Cádiz y perder luego ante Las Palmas. Haro, además, trajo a Serra, cuentan que a contraestilo, como último asidero para ganar el tiempo que necesitaba, porque su crédito deportivo estaba en números rojos. Muy bien, puede que sea así, pero lo hizo, y el invento suma más que los sumandos. Valor añadido. Gloria bendita para el Betis.