Serra y Monchi (otra vez)

Vía de Escape

Luego, el balón, aunque en realidad me refiero a los resultados, dirá quién es bueno, malo o regular, pero antes, mientras hablamos del fútbol ficción de verano, parece que el Sevilla está metido en la crisis más tremenda de su historia y que el Betis va a salir sí o sí de la mediocridad de los últimos años. Y no sé de verdad si lo que parece es lo que será, pero sí entiendo que la sensación se multipla por mil porque ahora mismo, el Sevilla poderoso de los últimos años no tiene el gran paraguas que todo lo contenía que era Monchi, y que el Betis, sin embargo, pues cuenta con alguien de la confianza del bético como es Lorenzo Serra Ferrer. 

Hace unas pocas semanas, con Haro, Catalán y Torrecilla, las salidas de Dani Ceballos y Rubén Castro y la inquietud de Adán hubiesen sido interpretadas en clave de desastre total, sencillamente porque nadie se fía de la pericia de ese trío para buscar jugadores que puedan suplir a los que se han marchado o quieren hacerlo. Tello parecería un proyectito del Barcelona que no ha cuajado ni en Oporto ni en Florencia, Camarasa un medio demasiado caro para lo que es, Barragán un chaval de vuelta, Guardado demasiado viejo, Amat un suplente sin minutos y que Sergio León está muy bien pero para Osasuna. Y por contra se habría marchado, porque es así, el goleador más importante de la historia del Betis, y pese a su bajón en el rendimiento, seguía siendo el más fiable de los artilleros; y tambien se iba el jugador con más peso y responsabilidad en el centro del campo, el mejor jugador del Europeo sub 21  que habría convencido ni más ni menos que al Real Madrid para incluirlo en su plantilla desde ya. Pero ahora está Serra para ganar ese tiempo que se necesita para todo.

Y en el Sevillla, con Monchi, aunque siempre con la crítica que acompaña al entorno sevillista, pues no duden que en el fondo se tendría la inquietud por un lado de que otra vez se comienza a construir el edificio, pero la certeza de que con él, casi siempre tiraba para arriba. La importancia tremenda para un consejo, para un presidente, de tener un paraguas adecuado. Aunque aquí se use más como sombrilla que para evitar la lluvia. 

(La gracia de esto, si la tiene, es que este artículo fue escrito y publicado en julio de 2017)