muchodeporte.com : Lucas Haurie

Don Haruel le hace un Kresic a Torrecilla

La tregua
Lucas Haurie
Lucas Haurie
12/05/2017

El recurso a Lorenzo Serra Ferrer ha sido un movimiento magistral de Don Haruel y su fiel escudero, Catalanza, desde el punto de vista táctico. La estrategia ya se verá si es la adecuada, pero gracias al refuerzo llegado desde Mallorca, Rafael Salas queda por completo desactivado mediante una maniobra envolvente.  Si el proyecto de ABA será bueno para el Betis es una incógnita que aún no podemos despejar, pero sí ha quedado clarísimo que sus dos auspiciadores están logrando el objetivo personal de atornillarse al cargo (y con ellos, a su creciente cofradía de paniaguados). Serra y Luis Oliver, cada uno en lo suyo, constituyen un blindaje impenetrable para quienes albergasen esperanzas de alternancia.

Casi todo lo bueno que le ha sucedido al Betis en los dos últimos decenios guarda relación con Serra Ferrer. Esta afirmación, prácticamente una tautología, es tan cierta como la maldad que deslizaban quienes, el mismo martes, volvían la oración por pasiva al calor de un bar de madrugada: “Todo lo bueno que le ha pasado a Serra desde hace veinte años guarda relación con el dinero y el poder de Lopera”. En efecto, los éxitos del técnico poblense fuera del paraguas protector del mejor dirigente de la historia del Betis, se cuentan con los dedos de las manos… de un doble amputado. Sin don Manuel, la trayectoria de Serra en el último cuarto de siglo ha consistido en equiparar durante unos añitos al Barça con el Espanyol, lo cual no deja de ser una hazaña considerable, en llenarse el bolsillo en Grecia y en dejar al RCD Mallorca, club de palmarés reciente adornado con finales nacionales y europeas, al borde de la desaparición por bancarrota.

Todo esto es irrelevante, naturalmente, porque el pasado en el fútbol cuenta poco y un método triunfador no tiene por qué ser adecuado en un contexto diferente. Lo verdaderamente sustancial en este regreso de Lorenzo Serra Ferrer al Betis es que su llegada duplica la figura del director deportivo o, por no liarnos con la nomenclatura (que si vicepresidente ejecutivo, que si supervisor…), suplanta a Miguel Torrecilla en el sentido de que habrá dos señores cobrando por lo mismo, esto es, por liderar la planificación futbolística. Un par de años después de aquellas declaraciones de Cospedal sobre Bárcenas, al fin nos enteramos de lo que es un “despido en diferido” o será más que bien que a alguien, de repente, se le ha puesto toda la cara de Sergio Kresic. Porque, recordarán los aficionados más veteranos, la primera llegada de Serra al Betis fue en términos idénticos a ésta, sólo que entonces, el cadáver insepulto que había que hacer desaparecer era el de un entrenador. Por Toledo anda enterrado, igual que el alma de Torrecilla pena en la comarca de Leganés.


muchodeporte.com Más Artículos