muchodeporte.com : Lucas Haurie

El eco y la canasta

La tregua
Lucas Haurie
Lucas Haurie
14/05/2018

No se apagará en semanas el eco del último derbi, o del último capítulo vivido de ese largo derbi que es el fútbol sevillano (todos los derbis conforman un mismo derbi, ser con entidad propia e inmutable, como el fuego de Cortázar) porque un partido así, tal que la “pesada voz” del pastor Salicio, “retumba y suena”, y siempre aparece un ruiseñor, quizá un cuervo, que “dulcemente responde al son lloroso” de la última declaración proveniente del campo rival. Si ni siquiera las victorias rotundas suscitan, no digamos unanimidad, un mínimo consenso en los análisis, ¿cómo apear a cada bandería de su pollino argumental cuando han empatado? Los dos planteles, en pose un tanto circense, pugnaban sobre el césped por mostrarse más alegres que el vecino. Tanto Garcilaso y tanto realismo mágico para terminar todos instalados en el adagio de Isabel Pantoja: “¡Dientes, dientes! Que es lo que jode”. En fin…

Admite menos discusiones, casi ninguna, el papelón Real Betis Energía Plus, esa golfada loperiana en la que Don Haruel, trasero bien lustrado por los solícitos lametones de los “habitués”, ha reproducido la antañona confusión entre una sociedad anónima deportiva y una compañía propia. La jugada era magistral, sin duda, pues la ristra de posibles ilícitos que acarreaba la operación ha sido minuciosamente ignorada por el poder político y judicial –si es que, en esta desdichada Andalucía, fueran cosa distinta– para que su empresa, desconocida hace dos años, aprovechase el tirón publicitario de ir asociada, gratis, a la marca Betis en un proyecto financiado por las administraciones, vía compromisos de alcoba con CaixaBank. El pecado, sin embargo, incluía la penitencia: el mismo PSOE que engrasaba la mangancia exigía la colocación o “arrecogimiento” de dos de sus hijos más cruelmente tratados por Natura en su aleatorio reparto de talentos: Fernando y Ramoncito. (Échenle doscientos mil pavos al año, seguros sociales incluidos, y se quedarán cortos.)

Salió la cosa, claro, de la única manera que podría haber salido. ¿Acaso no se estrellaría un autobús si en vez de un chófer lo condujese un babuino? Ahora, sin dinero de un banco que es libre de su compromiso, dudan entre dejar morir definitivamente a la institución o mantenerla viva con los recursos propios (los del club, porque Energía Plus es tan “tonta” como Farusa): da igual, ya que el propósito de todo este entramado es proporcionar un sueldo a Fernando y a Ramoncito, cuya inutilidad es igual de enciclopédica en el fútbol que en el baloncesto pero cuyo sostenimiento por el PSOE no admite discusiones competenciales: son hijos del partido y Don Haruel, su hermano más afortunado, los tiene que “arrecoger”. Si no es en un sitio, será en otro.


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