Asenjo evitó la clásica explosión de los últimos minutos

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 05/02/2017

Dos últimos tropiezos del Sevilla que lo hacen perder pie en su bella pelea por la Liga. Así no llegará, es evidente. Este sábado, por ejemplo, veíamos cómo el Barça tenía en el banquillo a Luis Suárez riéndose. Le dio unos minutos de descanso a Messi... Y pese a todo, resolvió su partido ante un rival potente con relativa facilidad. El Madrid va primero con dos partidos menos. Luchar contra estos dos grandes obliga a ganarlo prácticamente todo. Y todo no lo puede ganar el Sevilla. Se vio ante un muy bien organizado Villarreal, equipo al que el punto le sabe de maravilla. Empezó el partido con un claro agarrón sobre Jovetic que Undiano se tragó. Rápidamente la mente se fue a Cornellá, donde el Sevilla fue severamente castigado. No obstante, en su conciencia lo llevaría Undiano, pues en la segunda parte pitó un 'penaltito' que Nasri falló. Lo tiró con poca fe. Ya es para nada, pero quizás el encargado idóneo hubiera sido Ben Yedder. Con todo, Nasri capitaneó la mayoría de las jugadas de peligro, jugó a buen nivel. No así N'zonzi, al que extrañamente vimos fallar pases.

Ciertamente, pocas cosas podemos reprocharle al Sevilla. Lo intentó de todas las maneras. Atacó, generó ocasiones, se estrelló contra Asenjo... También se pudo llevar algún susto, pues el Villarreal, aisladamente, iba arriba con veneno. Quizás el juego perdiera peligro con el cambio de Vitolo a la derecha. El canario estaba haciendo un gran partido y por esa zona ya generó menos. En cualquier caso, partidos así, y peores, los ha resuelto el Sevilla en los últimos minutos gracias al acierto que esta vez faltó. Démosle su mérito al Villarreal y especialmente a su portero, que estuvo soberbio en la jugada del cabezazo de Iborra. Fase tonta de competición que hay que romper cuanto antes con un triunfo.