Antes del Leicester, lo mínimo de lo mínimo

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 18/02/2017

El Sevilla hizo poco ante el Eibar, equipo respondón al que Mendilibar tiene perfectamente plantado. Le falta lo caro, el plus para puntuar en campos como el Sánchez-Pizjuán. Pero en casi todo estuvo bien, bastante bien. No sé si el Sevilla se dejó ir. Desde luego no dio la impresión de estar muy conectado al partido. Suele pasar antes de Champions. Vi peor al equipo en este encuentro que el día del Villarreal, donde sin ganar sí me dejó una aceptable impresión. Ante el Eibar estuvo muy agobiado, fallón, sin darle una salida de calidad al balón. Mucho pelotazo largo de Lenglet. Tapado N'zonzi, ni Franco Vázquez ni Nasri lideraron nada. Nasri se tiró al abandono, quizás midiéndose para el miércoles. Que así sea. Ninguno de los dos, además, ayuda demasiado en defensa. Así que entre la enérgica presión del Eibar y ese cortocircuito en el centro del campo, el partido quedó en manos de algún golpe de calidad. Y de eso tiene más el Sevilla. Dio dos, gracias a las dos asistencias de Jovetic, cuyo partido fue notable.

Fue en la recta final del encuentro cuando el ambiente, además, se torció. Los Biris le cantaron a Pepe Castro y la grada lo censuró. Ahora mismo no hay solución al conflicto. Los Biris violentos tienen que entender que no se puede insultar, que no se puede apuñalar a un ciudadano. En realidad yo no quiero que entiendan nada. Quiero que vayan a la cárcel. También veo lógico que los dirigentes del Sevilla gobiernen el club con cabeza fría y no de forma pendenciera, de espaldas a las leyes, por absurdas que nos parezcan algunas. Se vieron escenas feas de corte de mangas a sevillistas de la tribuna de Fondo, algún que otro insulto... En fin, que el tiempo enfríe este lío. Al menos el equipo ganó, así que hablaremos menos de los ultras. Lo agradezco.