Rezando para quedar cuarto
La fábrica de humo
Miguel Ángel Chazarri 16/04/2017 |
El Sevilla no está para muchos trotes. Sólo basta con ver su partido en Mestalla. Muy mala primera parte y aceptable, aunque con achaques, la segunda. Me da la impresión de que el propio equipo, el club, no se ve en disposición de pelearle de verdad el tercer puesto al Atlético de Madrid. Me da la impresión de que todos están deseando de que llegue ya el final de Liga para amarrar ese decoroso cuarto puesto. En este clima de salir corriendo como se pueda (el primero, Sampoli) no es fácil que se mantenga una buena línea de trabajo. Es más, lo normal es que todo se caiga. Desde tal punto de vista, se le pueda dar mérito al punto logrado en Valencia. Yo le doy escaso valor, pues creo que el Atlético comienza a ponerse a salvo casi sin despeinarse.
Por todo ello no vi ambición por ningún lado. No, por supuesto, en la primera parte, en la que el equipo tocó lento donde el Valencia lo permitió. Extrañamente, la lesión de Vitolo vino hasta bien, pues desde la marcha del canario observé mejoría. O quizás fuera porque al Valencia le entró el miedo tras la ocasión fallada por Jovetic, cuyo tiro con toda la portería para él dio en el palo. Cuando se mascaba el 1-0, el Sevilla salió bien en la segunda parte. Dominó al Valencia, si bien el aire timorato, de valerle el puntito, no lo abandonó en ningún momento de la tarde. Y cuando se rebeló, se encontró con el gran problema de esta temporada: la falta de poderío en el área rival. Jovetic la volvió a tener tras jugada elaborada. Chutó flojo, desviado. O ni chutó. Tampoco creo que haya que lamentarse excesivamente por estos fallos, pues querer ganar en Valencia generando dos ocasiones es mucho querer. Y además el Valencia también dispuso de las suyas.
Luego Sampaoli quiso conservar y sacó a Montoya en lugar de Ben Yedder, por ejemplo. Aquí quedan ya pocas ganas de grandeza. Ni tampoco veo excesivo nivel en muchos de los futbolistas. En Leicester quedó rota gran parte de la temporada y desde entonces todos (el primero, Sampaoli) corren para ponerse a salvo, terminar la labor de aquella manera y sacar pecho como se pueda. Recuerdo que faltan seis partidos. Por lo menos, que quede cuarto.
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