Sobre el estado de 'semifuga' de Sampaoli

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 18/04/2017

Jorge Sampaoli apura sus últimos partidos como entrenador del Sevilla. La verdad es que no tengo claro ni que termine la temporada. Dependerá, como siempre, de su majestad el resultado. No lo está haciendo nada bien en estos últimos tiempos. No porque negocie con la AFA. Total, si Monchi se va a Londres a hablar con la Roma, qué no hará un ciudadano de Casilda. Le censuro que haya permitido el circo. Sólo desde echarle un pulso al Sevilla para no pagar la cláusula se entiende el show del fin de semana pasado, con amago de reunión en Valencia incluido. Al final no fue en Valencia, ocurrió en Barcelona. No viajó él (estaría bueno), lo hizo su abogado. Da igual. Es más, me da que si el Sevilla no sale al paso con el contundente comunicado, estos tipos se hubieran reunido en el hotel de concentración en Valencia pegándose una espectacular comilona. O tomando mate. Entiendo que el Sevilla se sienta ninguneado.

Sampaoli se ha metido en dirección prohibida y tendrá que apechugar con las consecuencias. En este punto, la situación requiere calma, que no relajación. Que entrene hasta el final de temporada, que deje al equipo cuarto y que la AFA pague hasta el último euro. El club no debe actuar por despecho. En el fútbol, he visto miles de veces que lo malo termina rompiendo en peor, así que cuidado con la tentación de poner a Diego Martínez. Ahora se trata de no tropezar en lo más llano. Tiene el viernes el Sevilla un partido ante un Granada cadavérico. Cuatro encuentros de los seis que restan son en casa. Una salida es a Málaga, equipo desorientado y entrenado por Míchel. El equipo no gandulea. Hay vergüenza. Al menos parece que se ha detenido la caída con el triunfo ante el Deportivo y el puntito en Mestalla. Razones para creer que la semifuga de Sampaoli no derribará el edificio.

Todo me parece un poco desmedido con este entrenador, la verdad. Ni era el inventor del fútbol ni tampoco ahora el desastre que muchos ven. Si queda cuarto, el Sevilla estará donde debe. Miren al portero y al delantero del Atlético de Madrid y comparen. No es fácil bandearse en la superelite sin uno o dos goleadores. Eso al final se paga, por supuesto en los días clave. Sampaoli arrastra la eliminación de Leicester, que es mucho arrastrar, y desde entonces no levanta cabeza. Ahora actúa como normalmente en las crisis: corriendo y mirando para su bolsa. En su descargo, hasta la cornada de Leicester creo que se hubiera evitado con el poderío arriba de otros años.