Espanto y otros tres puntos

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 17/09/2017

Qué lamentable partido del Sevilla. Ganó, sí. Y del resultado, qué más cabe decir. Ahí está. Consulten su web preferida, compren los periódicos mañana, recorten la ficha técnica y pónganla en su mesita de noche... Hagan lo que deseen para su disfrute. Voy al partido, a la forma de jugar del Sevilla, que sigo sin saber cuál es. Apenas atacó, pues el Girona vivió cómodo muchos minutos. Hasta el minuto 26 no se asomó por la portería de Iraizoz con un cabezazo tímido de N'zonzi. Resulta difícil de explicar que un equipo que se planta en el campo con dos centrocampistas estelares como N'zonzi y Banega, más las gotas de Ganso, cree tan poco fútbol. Berizzo lo está logrando. El equipo se comportó de forma apática, sin entusiamo ni ganas de hacer nada. Tiró la primera parte. En la segunda mitad pareció haber otro aire, pero vamos, tampoco para tirar cohetes. Se trataba de conectar con Muriel, a ver si en un carrerón de los suyos... En un buen pase de Franco Vázquez, efectivamente Muriel por fin abrió la cuenta. Le pegó mal, sin excesiva fuerza. Encontró la colaboración de Iraizoz, al que se le doblaron las manos. Hasta en el día que se quitó el peso de encima falló demasiado. Luego tuvo otro mano a mano al muñeco. Cuando se podía pensar que el 0-1 iba a serenar el juego, todo lo contrario. El Sevilla tampoco defendió. El Girona tuvo varias ocasiones para empatar, incluido un penalti al larguero. Berizzo no tiene mínimamente emsamblado al equipo. Ya va siendo hora. Venía del Celta con la etiqueta de entrenador ofensivo y yo eso no lo veo por ningún lado. Al revés, no se puede tener más miedo ni jugar con menos vértigo. Ver a Banega y N'zonzi pasar por el partido como dos cualquieras, a Mercado y Corchia en la banda derecha para defender ¡en Montilivi!.. Espanto y otros tres puntos.