3-5 en Nervión y éxtasis del Betis

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 06/01/2018

Victoria tremenda del Betis. Logró un resultado espectacular en el Sánchez-Pizjuán gracias principalmente a esa pegada que durante un tramo de la temporada se había marchado y que regresó en el mejor día y a la mejor hora. Prácticamente salió con un gol a favor desde el vestuario. Fabián aprovechó la torrija de los centrocampistas y centrales del Sevilla y la colocó en un palo. Este chico ya seha doctorado como gran futbolista. Es verdad que el equipo tembló durante fases del encuentro, porque el Sevilla apretó lo suyo y bien durante muchos minutos, pero cada vez que amenazaba hundimiento apareció un golpe salvador. El 2-4 parecía definitivo. Se rebeló el Sevilla como suele hacerlo. Esta vez no le dio. Todos los días no es fiesta. No se puede vivir constantemente de los milagros. El quinto llegó con el pitido del árbitro y el encuentro terminó de la forma soñada para el beticismo, que saboreará este alegrón por mucho tiempo.

En el caso del Sevilla, decía que el encuentro le fue muy complicado. Es difícil jugar este tipo de partidos siempre con el viento en contra. Lo normal, salvo que tengas un nivel de calidad bestial, es que te caigas, que en algún momento cedas en el intento. Le ocurrió. Empataba el partido, pero su defensa, su sistema defensivo de porcelana, permitía las llegadas y goles del Betis. Sigue el Sevilla teniendo una serie de buenos jugadores, y algunos ni eso, pero sigue sin ser un grupo cohesionado, sólido. Cinco goles en Moscú, cinco en el Bernabéu, cuatro en Mestalla, cinco el Betis... Así es imposible. Sólo unos delanteros colosales te solucionan tantas carencias defensivas. Y tampoco hay tanto arriba. Sólo bastó ver la aportación de Muriel o la de Correa, cambios que empeoraron la imagen de un equipo que vivía de Banega. Berizzo era parte del problema. Sustituido por Montella, que tendrá que cargar con esta pesada cruz, urge traer jugadores de otro perfil. De lo contrario, la temporada pinta en serio vendaval. Rachas tan contundentes (derbis ganados, más de un año invicto en casa...) suelen terminar de esta forma tan tremenda. Así fue. Lo cual no quita el 3-5 deja el denominado ¿proyecto? por los suelos. Y al Betis, levitando.