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Dudar de Berizzo es una locura

Zona mixta
Rafael Pineda
Rafael Pineda
20/10/2017

El Sevilla no merece la aplicación de un 155 deportivo. La realidad indica que el equipo no está bien y que han sido feas las caídas en los segundos tiempos de Bilbao y Moscú. Otra cosa es tomar medidas desesperadas a estas alturas de temporada. Dos derrotas e incluso tres (llega Mestalla) no deben poner en tela de juicio un proyecto que, aun con aristas, merece crédito. La confianza en Berizzo y Óscar Arias debe mantenerse de manera rotunda sin que se deje a un lado la exigencia y la necesidad de mejorar y corregir errores. Sentadas las bases de esta confianza en los dos máximos gestores deportivos del primer equipo, conviene también tocar las teclas necesarias para la regeneración y la mejora.

En este aspecto, hay elementos en la planificación del primer equipo que deben ser mejoradas en enero. El Sevilla se la jugó con Carriço y Pareja. Esta apuesta no ha salido bien. Es necesario reforzar la defensa y también, incluso aunque Geis depare un buen rendimiento, dotar al centro del campo de un jugador de músculo y carácter. La política de regreso al club de viejas glorias como Navas o Banega tiene del mismo modo sus riesgos. Especialmente llamativo es el caso de Navas, un futbolista a años luz del que marcaba la diferencia. Ahora se quita el balón de encima cuando lo recibe. Banega tiene una enorme calidad, pero, de momento, está lejos de la versión ofrecida hace dos temporadas.

Berizzo ha mostrado hasta el momento una fe indudable en su ideario, plasmado, básicamente, en su creencia en las rotaciones. No es algo que deba sorprender a los que mandan en la entidad. Se supone que sabían perfectamente a quién fichaban. Dicho esto y con un millonario plantel en sus manos, el argentino debería ser más flexible en el asunto de las rotaciones y premiar con la titularidad de manera continuada a los jugadores que ofrecen rendimiento. También podría ser conveniente modificar aspectos tácticos de un equipo que juega con demasiados jugadores por delante del balón y que carece de agresividad.

Las soluciones drásticas solo deben darse en situaciones insostenibles. Berrizo merece crédito y el Sevilla dispone de una plantilla que, con sus carencias, es una magnífica plantilla. Los proyectos no son creados para dos meses y entrar en una espiral de cambios e inestabilidad no garantiza soluciones. El fútbol tiene estas cosas. Perder 5-1 con el Spartak es una vergüenza, cierto, como también lo es que el Sevilla fue mejor la mayor parte del partido. En algunos momentos, jugó los mejores minutos de esta temporada. 

 


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