Yo pongo a Sergio Rico

Zona mixta

Rafael Pineda 05/02/2018

No se sabe muy bien por qué. Lo que empezó siendo una moda de un sector de la afición del Sevilla ha acabado por poner en entredicho el futuro de uno de los mejores porteros de España. Al menos en su club de siempre. Como suele ocurrir con demasiada frecuencia en estos tiempos de fragilidad mental, un grupo de sevillistas empezó a cuestionar a Sergio Rico. La sospecha se ha extendido y ha acabado por afectar de forma grave a uno de los pilares de la plantilla, tan llena de jugadores a los que se puede criticar tanto o más que a Sergio. Las ganas de una automutilación enfermiza de ese sector de la afición sevillista han contribuido a desestabilizar el estado de ánimo de un portero que ha fallado en los tres últimos encuentros jugados por su equipo. Y dos de los errores han sido, sin lugar a dudas, groseros. En especial el de Leganés. 

Esos mismos fatalistas que se han cargado a Rico han olvidado todo lo que el joven portero ha dado a su club en los últimos años. Nada, sin embargo, les hará bajarse del burro. Incluso creo que se trata de ese mismo sector de la afición del Sevilla que jaleaba las míseras hazañas de Ganso y entonaban cánticos por su titularidad. El daño está hecho y el miedo acecha a la vuelta de la esquina ahora en casi la totalidad de la hincha sevillista. Sergio Rico es el mejor portero que tiene el Sevilla y, por lo tanto, dudar de su titularidad en el decisivo partido ante el Leganés de semifinales es un nuevo indicio de fragilidad en el análisis. Yo pongo a Sergio Rico y me descubro ante un portero de categoría. Nada me gustaría más que la confirmación de un hecho improbable pero real: Rico levantando la Copa después de una tanda de penaltis en la que fuera protagonista decisivo. Mal se haría en dudar solo de Sergio y no responsabilizar a una deficiente planificación de los problemas en defensa de este Sevilla goleado de forma rotunda por el Spartak, el Valencia, el Madrid, el Betis o el Eibar. Por ejemplo, sería mucho más efectivo apretar al que se gastó 13 millones por Kjaer y no ha visto necesario fichar a un defensa central, confiando en Carriço y Pareja como puntales del plantel. El surrealismo llega a cotas altísimas y hace que el sevillismo invoque a Mercado como uno de sus grandes referentes. De nuevo el humorismo en su versión nervionense. 

Sólo así, apelando al buen trabajo y a la exigencia, quizás el Sevilla deje de recibir cinco goles de manera tan habitual. Mal hábito es el de acostumbrarse a perder. Sólo así, también, Sergio Rico será Sergio y no Lorenzo, mítico portero de balonmano mucho más habituado a recibir un buen número de goles por partido que el internacional sevillano. Ya está bien de que le metan tantas veces cinco goles al Sevilla. No es solo culpa de Sergio Rico. Palabra de currano.