Una nueva y verde esperanza

Zona mixta

Una nueva y verde esperanza late en el Betis. No tanto por derrotar a un Deportivo muerto, al que intenta resucitar Seedorf con decisiones dignas de una barra de bar. Mucho más por la convicción de su entrenador, Quique Setién, de alinear en el once inicial a futbolistas de la cantera. El cántabro ha hecho una virtud de un recurso habitualmente tribunero de los entrenadores. Un gesto que ensalza las prestaciones de un técnico a veces demasiado tozudo y alejado de la realidad. La alineación de Francis, Junior, Fabián y Loren suponen un estimable soplo de aire fresco al primer equipo bético. El partido de los cuatro en Coruña demostró que su presencia no corresponde a un capricho del entrenador. 

La irrupción de Fabián, ya convenientemente blindado, no supone ninguna novedad. El centrocampista se está haciendo un futbolista importante, jugando con un criterio incontestable. Ocupa mucho campo, tiene llegada y la elegancia de su pierna izquierda le abre un buen futuro. 

Loren no tiene tanta calidad, pero es un delantero con instinto. Es un tipo de atacante que se compenetra bien con las características de Rubén Castro y Sergio León mientras se recupera Sanabria. Que haya marcado tres goles en cuatro remates a portería en Primera Division dice mucho de su efectividad. Da la impresión de llevar el gol en la sangre y está en racha. Eso hay que aprovecharlo. 

Francis es un futbolista que puede hacer plantilla y no desentona en la banda, cumplidor en misiones defensivas y ofensivas. Junior sube bien la banda, aunque debe aprender a competir en la élite y mejorar su físico, puesto que acabó fundido el partido ante el Deportivo. Puede ser un fantástico complemento para Durmisi. La aparición de futbolistas de la cantera provocan además un inevitable sentimiento de identificación de la gente con su equipo, algo de por sí complicado de acrecentar en el Betis. Después de muchas temporadas en las que la mediocridad tenía sello foráneo, el conjunto bético encuentra un camino a la esperanza. Si además se confabulan para hacer un gol en Riazor, aumentan las razones para el optimismo. Cuando se ha fichado tanto y tan mal en los últimos años, no está de más echarle el ojo a lo que viene por debajo.  

También es un magnífico síntoma que este Betis tenga 33 puntos a pesar de sus grandes limitaciones para competir. Hubo excesivo sufrimiento para doblegar a un Deportivo que se marcha a Segunda casi sin remisión. La calidad de Joaquín sigue guiando a un grupo al que le falta ser más consistente. Setién va dando pasos hacia la construcción de un bloque más regular. La inclusión de Bartra y una defensa de tres centrales es un buen síntoma, que debe acelerar el equilibrio para que el Betis sea más competitivo y tenga opciones de pelear por Europa. Si actuando con tanta irregularidad el equipo verdiblanco tiene 33 puntos, a poco que Setién dé en el clavo y haga más sólido a este equipo deben seguir llegando las victorias. La séptima plaza no puede ser una quimera en las actuales condiciones de la Liga y las prestaciones de un grupo en el que se ha invertido una buena cantidad de dinero. Ahí está el reto de Setién.