Otra manita y otra vez Setién contento

Zona mixta

Rafael Pineda 19/02/2018

No entiendo a Quique Setién, que se marcha contento después de que le hayan vuelto a meter cinco goles o más al Betis. Y ya van cinco ocasiones entre Liga y Copa (Valencia, Eibar, Cádiz, Barcelona y Madrid) en una temporada demasiado irregular. Y tampoco entiendo que diga que él juega de una forma tan alegre que necesariamente encaja cinco goles por defecto. Y no lo entiendo y lo critico. Setién afirma que es un entrenador con principios, pero resulta que, como suelen hacer sus jefes, los cambia cuando le conviene. Porque Setién ha dispuesto que su equipo juegue con tres centrales para protegerse ante la sangría de goles provocada por su forma de ver el fútbol. Un Betis mucho más defensivo que de costumbre que perdió el partido ante el Madrid, entre otras cosas, por supuesto, por la incapacidad de Setién para manejar el encuentro cuando el Madrid dio un paso adelante. En esos 15 minutos primeros de la segunda mitad, el Betis necesitó ser reforzado ante el aluvión de juego del Madrid. Setién no hizo nada para detener lo inevitable. Los cambios fueron tardíos y a la desesperada. Sus jugadores reclamaban a voces ayuda y el entrenador no se la dio. No pasa nada por empatar un partido. Y más cuando se juega ante un gigante del fútbol mundial.

No es de recibo que el Betis haya recibido ya 50 goles en contra en la Liga, una cifra demasiado onerosa que solo es superada por Las Palmas y Deportivo, equipos que se encuentran en la zona de descenso y que, probablemente, no han dispuesto de tanta capacidad económica como el bético para reforzarse. Y duele más el dato cuando resulta que el Betis se ha gastado 10 millones de euros en reforzar la defensa con un zaguero de la calidad de Marc Bartra en el pasado mercado invernal. El conjunto bético duró 45 minutos y fue incapaz de competir ante la exigencia del Madrid. Pero las señales negativas que ofrece el Betis en su parcela defensiva son igualmente analizables, por ejemplo, en el duelo ante el Deportivo. Es indiscutible que ganó a uno de los peores equipos de Primera, pero también que el conjunto gallego le llegó en demasiadas ocasiones y mereció, por ocasiones, el empate. Setién confunde en demasiadas ocasiones valentía con temeridad y eso se traduce en muchas y duras goleadas en contra del conjunto verdiblanco. Otra vez le meten cinco al Betis y otra vez se marcha Setién contento. No sé, a mí eso no me cuadra. Está bien morir con las ideas propias (aunque se cambien), pero estar satisfecho cada vez que le meten cinco a tu equipo...