Es hora de ir a la guerra

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 11/07/2017

Pepe Castro tiene la posibilidad de salir muy reforzado si responde con contundencia a la vileza de Vitolo. Cualquier sinónimo de vileza me sirve para definir la actitud del canario: deslealtad, infidelidad, traición, indignidad, mezquindad, abyección. En este mundo la deshonestidad es asumida con resignación como una carga más de la vida, y por ahí no debe pasar el presidente del Sevilla. Castro no ha hecho el ridículo. Ni Castro ni José María del Nido, actual vicepresidente. El club anunció ayer la ampliación de contrato de Vitolo después de que se firmaran una serie de documentos (así lo confirman desde la entidad sevillista) y de que el jugador diera su palabra. El Sevilla asegura que fue el jugador quien llamó al presidente desesperado y llorando porque el Atlético no tenía dinero para pagar su cláusula. Pese a que su comportamiento durante el verano no fue correcto, el Sevilla respondió al jugador con agradecimiento moldeándole un contrato espectacular. Era una buena noticia, y  era el momento de comunicarla.

Vitolo ha decidido pasarse por los mismísimos cojones su palabra, pero está en su derecho. El Sevilla hizo las cosas de manera correcta para redondear bien su continuidad. Ahora, Castro solo hará el ridículo si no denuncia el caso ante la FIFA, si no carga contra el Atlético por negociar con un jugador con contrato en vigor, si no rompe relaciones con el Atlético de Madrid y la agencia de representación del jugador y si no exige los 50 millones de euros de su nueva cláusula.

P.S.: Para todo el imbécil amante de lo políticamente correcto, habría que aclarar que "ir a la guerra" no es ninguna incitación a la violencia. Evidentemente, se trata de un proceso bélico en el ámbito de lo jurídico. Por cierto, ¿ha pagado ya a esta hora el Atlético de Madrid?