muchodeporte.com : Víctor Fernández

Reconocimiento y crítica

Me levanto y me voy
Víctor Fernández
Víctor Fernández
13/04/2018

Es desproporcionado exigirle al Sevilla que dinamite la Champions en su primera aparición seria por esta competición, pero obligarle a los que mandan que vayan a estas peleas de altura con cañones de verdad debe ser una exigencia. Es la justicia de un análisis serio y el alto precio que hay que pagar por el juego entre los grandes en el que anda metido el club. El reconocimiento y la crítica deben ir de la mano en la radiografía de esta fabulosa aventura europea que ha servido para romper otro techo más y para asumir el agujero negro de la planificación: acudir al Allianz Arena con Ben Yedder corriendo entre gigantes supone una ilimitada prueba de superación de los límites que Oscar Arias se ha impuesto este año con su apuesta por estos delanteros. Si Muriel tampoco estaba listo para esa batalla, pues ya me dirán.  El presente debe ser recordado con emoción, porque es admirable que el Sevilla haya competido con potencias como el Liverpool, Manchester y Bayern de Múnich, pero el futuro tiene que ser encarado con ambición, profesionalidad y mano dura. Me refiero al futuro más inmediato y al menos cercano.

Montella está obligado a rematar este último mes para evitar que el brillo de la Champions se ensucie. Tendrá cuatro semanas y una final para exponer su manual y la capacidad para recuperar causas perdidas, motivar y reinventar sus planes siempre fijos. De momento, el glamour de la Champions y el éxito en la eliminatoria copera ante el Atlético de Madrid han jugado más a su favor que los disparates ligueros, la inutilización de muchos efectivos y su inmovilismo táctico. Su futuro y el del equipo están en juego. Tendrá siete balas en la recámara para cumplir y una más dorada para pegar un tiro excitante. Y cuando acabe el mes, el club deberá hacer un Sevilla nuevo. Sí, nuevo. Ya veremos si en torno al actual entrenador y director deportivo, pero remodelado al completo. La Champions ha vuelto a demostrar que este Sevilla tiene adquirida esa inercia ambiciosa de los grandes. Pero su magia y su energía positiva deben ir acompañadas de buenos futbolistas o esa virtud podría desconectarse. En horas, la Liga; en una semana, otra final… Como para olvidarse del reconocimiento entre la crítica obligada y el análisis final.

P.S.: Por cierto, el pescaíto ha privado al equipo de una jornada laboral (casi ocho horas) de descanso antes del importante enfrentamiento ante el Villarreal. Pero mi pescaíto de mi arma que no me lo quite nadie… ¡Ole, qué arte más grande! 

 


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