Rafael Marín, de Guadajoz a capitán del Sevilla

Carlos Carrión 28/03/2015

Rafael Marín empezó en esto del fútbol como la mayoría de los chavales: por diversión y entretenimiento. Arrancó en el Alcolea, un pueblo cercano a Guadajoz, la Barriada donde vive con su familia. Allí jugó durante las etapas prebenjamín y benjamín, en un equipo muy competitivo que luchó en varias ocasiones por el ascenso. Su despegue llegó en alevines, cuando tras cuajar una gran temporada, el coordinador del Centro Histórico, Bernardo Ruiz, se interesó por él.

El equipo de Santa Justa le sirvió de trampolín para que los clubes más importantes de la región se fijasen en sus habilidades. Con la escuadra verdirroja llegó a ser convocado por las selecciones andaluza y sevillana, pero en esos momentos Marín no se imaginaba lo que el futuro le tenía deparado. Sevilla, Málaga y otros equipos de renombre no tardaron en percatarse de su calidad. Tras meditarlo mucho, sobre todo su entorno, el central decidió fichar por el equipo de Nervión, una decisión con la que ahora está más que "contento".

Aunque ésta es su primera campaña en el Sevilla FC, el técnico Juan Carlos Osorno está depositando bastante confianza en él, convirtiéndolo en capitán del equipo. Rafael es un habitual del ‘once’, gracias a su incansable lucha en el césped, y sobre todo a sus virtudes con el juego aéreo. Su ilusión es dedicarse profesionalmente al balompié y poder emular, algún día, a su ídolo, Sergio Ramos.

A corto plazo, su objetivo no es otro que aspirar a hacerse un hueco en el equipo de Andaluza. Marín cuenta con el apoyo de toda su familia, especialmente de su hermana Yanira, “muy orgullosa” de él. El fútbol le está permitiendo “conocer mundo”, ya que ha jugado torneos en Perú, Manresa, Portugal o Tenerife.