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212 acciones que
son un símbolo

Razones por las que un pudiente Ruiz de Lopera deja que por 13.000 euros le 'quiten' ese paquete

Redacción
Redacción
24/04/2014

Ayer se produjo una subasta anunciada con el resultado final esperado. 212 acciones del Real Betis, las únicas que estaban a nombre de Manuel Ruiz de Lopera a título personal, salieron a subasta y las compró Manuel Castaño por algo menos de 13.000 euros. A nadie se le escapa que Castaño no se hubiera atrevido a pujar simbólicamente por ellas (lo hizo contra un sobrino de Lopera) sin el permiso del propio Ruiz de Lopera, el único hombre que llegado el caso le podría dar la llave de la presidencia a Castaño si las cosas en los juzgados salen más o menos como ambos desean. Y a nadie se le escapa que la fortuna personal de Lopera le permitiría perfectamente recomprar en primera persona o a través de su sobrino ese simbólico paquete de acciones sin ninguna dificultad. Entonces. ¿Por qué esa pantomima? Hay varias razones estratégicas de calado. Primero y más importante, se deja que esta situación llegue al embargo porque a Ruiz de Lopera le interesa que se sepa públicamente y especialmente en el juzgado de Mercedes Alaya que el Benfica le ha embargado a él personalmente por una deuda contraida por el traspaso de Nelson. Con este embargo, Ruiz de Lopera demuestra de forma indirecta que algunas operaciones las avalaba personalmente, con el riesgo que eso conlleva y como pretendida justificación de la particular relación entre Farusa, Encadesa, Betis y Lopera, madre del cordero del proceso que se substancia en el juzgado de Alaya.

Por otro lado, tanto Lopera como Castaño querían escenificar que cuando se trata de comprar acciones, de abrir el monedero, sólo ellos dan el paso que tarde o temprano se tiene que producir para terminar dominando una sociedad, en este caso el Real Betis.

Y por último, se escenifica igualmente que a día de hoy, el elegido por Lopera para comandar su pretendido regreso es Castaño, que pronto puede dar otro golpe comprando las acciones que tiene en su poder Rufino González. Si esa operación tantas veces anunciada se produce, Castaño controlaría personalmente más de un 8% del capital social del Betis.