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El guante se recoge con recelo

Las plataformas, abiertas aunque escépticas a un posible pacto con Manuel Ruiz de Lopera

Redacción
Redacción
30/10/2014

Manuel Ruiz de Lopera mueve ficha. Está dispuesto a sentarse con las plataformas demandantes, según informó ayer Radio Sevilla. Una noticia de tremendo impacto que, de llegarse a un acuerdo, supondría un vuelco total en la forma de gobierno del club.

Enterados de las intenciones de Lopera, las plataformas aguardan. Cuando el líder de la Liga de Juristas Béticos, Adolfo Cuéllar, principal ariete jurídico contra el exdirigente, ya manifestó su deseo de negociar, es porque algún camino debe haber ya recorrido. Para desengrasar la tirantez entre una y otra parte, no podemos perder de vista la figura de Manuel Castaño, tambén inmerso en procesos peliagudos que le pueden acarrear largas inhabilitaciones y severas multas. Aunque Castaño es figura repudiada, habla con todos y a todos los puede sentar en la mesa con Lopera.

Cuándo llegará ese momento es una completa incógnita. La actitud que muestran las plataformas es la de esperar acontecimientos, pues la partida no ha hecho más que comenzar. Como siempre ocurre, hay núcleos radicales y otros que menos. Entre los primeros, aceptan sentarse con Lopera pero siempre y cuando el del Fontanal pague el mal causado. Es decir, que se desprenda de sus acciones y que incluso el club reciba alguna contrapartida económica por perjuicio económico. Un completo imposible conociendo un poco, sólo un poco, a Lopera, con mucha más habilidad negociadora que todos y cada uno de sus oponentes. Los más sensatos saben que los reproches y las condiciones 'loperianas' para el posible pacto serían la nota común.

Lo que es evidente es que a esta situación se llega porque las costuras del club van a reventar. El descrédito es absoluto y en el horizonte no se atisba una gobierno que cambie el rumbo. Más bien todo lo contrario. Lo normal es que vaya a peor. La labor judicial primero de Bosch, luego de Estepa y siempre del entorno ha resultado ser un completo fracaso. Sólo un año duró la bonanza deportiva, con clasificación europea incluida. Todo porque la entidad descansaba en el brío de Mel. Una vez despedido el técnico, se acabó el cuento.

En posibles pactos de futuro, no habría que perder de vista tampoco la figura de la jueza Mercedes Alaya. Con una instrucción casi terminada, con horas de intensa investigación judicial de peritos y agentes de la Guardia Civil, con una supuesta apropiación indebida de en torno a los 25 millones de euros... ¿No tendría nada que decir? En el caso de que las plataformas abandonen la batalla, el recorrido judicial quedaría en manos de la Fiscalía, siempre tendente a respaldar los argumentos de la defensa de Lopera. Si la Fiscalía no viera indicio de delito, efectivamente todo podría quedar en un apretón de manos. Nada hay que descartar en estos momentos. Igual ni se produce la reunión, igual siguen tirándose los trastos a la cabeza o todo termina con un brindis por la paz del Betis.