0-2: Qué poca cosa...

El Betis, mal planteado, con cambios nefastos y un arbitraje feo, tampoco compite ante un Barça plano

Paco Cepeda 30/04/2016

Comodísimo triunfo del Barcelona, que le acerca al título de Liga, pese a estar claramente fuera de forma, pero cuando el enemigo es tan limitado (sinónimo de malo) pues tampoco tuvo que hacer nada del otro mundo para llevarse todo el botín sin arriesgar nada. Ayudó también Merino, con su planteamiento, con sus cambios, y un árbitro de esos que llaman Dani a Alves y Leonel a Messi. Trabajo fino de esos que se notan cuando has jugado aunque sea mal al fútbol. Pero incluso sin esa ayuda supongo que este Betis hubiese perdido ante el peor Barcelona del año. Así de jodida está la cosa, aunque la permanencia puede ser incluso matemática cuando usted esté leyendo esta crónica. 

Juan Merino alineó prácticamente al mismo equipo que en el derbi, con una variante, pero con cambio de sistema incluido. Hasta que Westermann hizo el canelo de forma grosera, decidió jugar con tres centrales, para darle los laterales a Cejudo y Martín Montoya. Le costó el puesto a Musonda, que necesitaba un toquecito, no lo dudo, pero más lo precisaba Joaquín, y cuando se quiere jugar replegado de forma intensiva, a lo mejor no era el día para prescindir de la velocidad de Musonda. Pero bueno, dicho está sin hacer más sangre de forma innecesaria. Gracias a Dios, este Barcelona, pese a que puede que gane la Liga, no está ahora mismo fino, y su lenta circulación de balón posibilitó que el plan de Merino pareciera acertado, pero era mentira. Sí era verdad que los jugadores verdiblancos jugaban con más intensidad que en el derbi. Mientras sucedían pocas cosas, el árbitro inquietaba. Se veía venir que podía liarla. Y no podemos decir que Westermann no mereciera la expulsión, porque con una amarilla, hacer lo que hizo es casi delictivo, pero se veía, se palpaba, que Mateu estaba a favor de la obra azulgrana. El Betis salía cada vez menos, que ya es decir. Se defendía, con malos defensas, pero con intensidad y solidaridad. Algo es algo. Joaquín no daba una a derechas y Ceballos... qué pena de proyecto de futbolista. Al descanso se marcharon los equipos en tablas, pero esa expulsión hacía presagiar que el Barcelona, que peor no iba a jugar la segunda mitad, pues al final encarrilaría este encuentro tan necesario para salvar su temporada.

Pronto, con Pezzella mostrando sus numerosas deficiencias, abrió la lata Rakitic, a puerta vacía, tras el fallo brutal en el despeje del argentino que dejó a Adán con el molde. Merino movió ficha. Ahora sí apostó por Musonda, por su desborde y velocidad, por reconducir, por modelar, pero con algo distinto. Y sentó a Joaquín, que se apaga como una vela en Tarifa. Luego también fue señalado Ceballos, con justicia. Y ese Barcelona que no anda bien, pero con lo que quería, el triunfo casi asegurado, no apretaba el acelerador, jugaba realmente relajado pero sin que eso signifique siempre algo bueno. Pero el Barcelona es mejor, estaba en superioridad, y por si acaso, Merino sentó a Rubén y metió a Ricky. El castigo a esa tropelía fue el segundo gol de los azulgrana. No es que tuviera que ver una cosa con otra, sólo fue un castigo divino, el del Dios del fútbol. Luis Suárez fue el arcángel de ese mandato. 

FICHA TÉCNICA

Real Betis(0): Adán; Bruno, Westermann, Pezzella, Montoya; N’Diaye, Petros; Joaquín (Musonda, min. 55), Dani Ceballos (Portillo, min. 69), Cejudo; y Rubén Castro (Van Wollfswinkel, min. 78).

FC Barcelona (2): Bravo (Ter Stegen, min. 88); Dani Alves (Sergi Roberto, min. 74), Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Busquets, Rakitic (Arda Turan, min. 86), Iniesta; Messi, Neymar y Suárez.

Goles: 0-1, min. 50: Rakitic. 0-2, min. 80: Suárez.

Árbitro: Mateu Lahoz (valenciano). Expulsó por doble amonestación al local Westermann (min. 35). Mostró tarjeta amarilla a Bruno, Piqué, Messi, Dani Alves y Dani Ceballos.