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4-1: Qué manera de hacer el ridículo...

Esperpéntico Betis en Granada, que ya iba perdiendo a la media hora por 3-0

Miguel Ángel Chazarri
Miguel Ángel Chazarri
17/02/2017

No es por sacar a relucir dotes adivinatorias, pero el signo de los partidos del Betis suele conocerse de antemano. Este equipo no engaña. De vez en cuando da la sorpresa, claro. Pero casi siempre cumple con lo esperado. Lleva el Betis como club hablando del derbi un siglo. Realmente, a los ojos de estos felices dirigentes, ganarle al Sevilla sería salvar la temporada. No obstante, que un equipo al que no le hacen falta motivos para tirarse al callejón, se ponga metas a largo plazo es ir directamente al precipicio. Allá fue el Betis y allá se tiró de cabeza. El bochorno en Granada quedará en la memoria de los aficionados. La falta de tensión, la alergia a meter la pierna, y por tanto a jugar al fútbol de verdad, fue lamentable. Este encuentro entra de pleno derecho entre los peores de los últimos años. Y mira que ha habido unos cuantos...

Sólo cabe una expresión para calificar la primera parte. En realidad, todo el partido: de vergüenza. El Betis, en los primeros minutos, pareció meterse en campo del Granada. Para nada, por supuesto, pero pretendía llevar la iniciativa. Fue perder una pelota y el castillito de papel se cayó por completo. Alex Alegría no se hizo con un control. Si bien el delantero cometió un falló, no menos cierto es que se le fue largo el balón en el centro del campo, lejos de la portería de Adán. En un ejercicio de escapismo, el colectivo verdiblanco se hizo transparente. No hubo ni un solo mediocentro atento para cerrar. Los centrales ni salieron en la foto mala, los laterales se encontraban excesivamente abiertos, descolocados. Carcela entró y Carcela puso el primero. A partir de ahí, comenzó a escribirse otra página vergonzosa. Recordó el partido a la manita en el Sánchez-Pizjuán, por ejemplo. Y a más noches de infamia para la afición. Este ejercicio de desidia señaló a los futbolistas y por supuesto al entrenador. También a una institución relajada, apacible en la mediocridad. Indolente a más no poder. Al Granada le bastó con poner la tercera para robar y lanzar contragolpes. Como si enfrente estuviera el PSG del miércoles pasado, vamos. En este plan, llegó el segundo gol y el tercero. En realidad no se sabe cuál era el planteamiento de Vìctor, pues no hubo plan en ninguna fase. Su tendencia defensiva saltó por los aires. No existió peligro arriba, ni desborde por banda, ni centrocampistas con criterio... Lo único que hubo es un olé y otro de los aficionados del Granada, seguramente incrédulos ante lo que veían.

Lejos de mejorar, la dinámica empeoró. Siguió el equipito en el mismo plan. Sin enterarse de la misa la mitad. La falta de tensión fue absoluta. Ni siquiera hubo un arreón, aunque fuera de forma atropellada, para maquillar el resultado. El Betis aceptó su destino sin rebelarse. Siguió ofreciendo una autopista por el centro del campo. En el cuarto gol, nuevo contragolpe culminado con un escorzo por Adrián Ramos. El Betis llevaba KO mucho tiempo. En realidad, no salió al campo. Tampoco Víctor ideó nada. Queda el entrenador tremendamente agotado con este ridículo. Recuperar a Dani Ceballos lo hace cualquiera, a excepción del lamentable Poyet, fichado por Torrecilla. Poner una tropa de defensas es algo al alcance de cualquier entrenador. Eso no es construir un buen Betis. Y encima, ya ven los resultados: no gana casi nunca. La única salvación es que aun con Rubén Castro resfriado, debe haber tres equipos peores. El gol del renovado Petros no cambió nada. En ningún momento se produjo un artisbo de mejoría. Por lo visto, la cabeza estaba en otro sitio. Por lo visto, esto debe ser pensar en el derbi. Vergonzoso.

 

Ficha técnica:

 

Granada CF (4): Ochoa, Foulquier, Hongla, Ingason, Gastón Silva, Héctor (Cuenca, minuto 72), Uche Agbo, Andreas Pereira, Mehdi Carcela (Koné, minut0 79), Wakaso (Samper, minuto 70) y Adrián Ramos.

Real Betis (1): Adán, Piccini (Cejudo, minuto 70), Mandi, Donk (Sanabria, minuto 46), Tosca, Durmisi, Rubén Pardo, Petros, Jonas Martin, Álex Alegría (Nahuel, minuto 61) y Rubén Castro.

Goles: 1-0, minuto 17: Mehdi Carcela. 2-0, minuto 28: Adrián Ramos. 3-0, minuto 33: Andreas Pereira. 4-0, minuto 63: Adrián Ramos. 4-1, minuto 74: Petros.

Árbitro: Ocón Arráiz, riojano. Expulsó por roja directa a Nahuel y Andreas Pereira. Cartulinas amarillas para Wakaso, Jonas Martin, Andreas Pereira y Agbo Uche.