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La vieja guardia de Lopera desfila por el juzgado

Declaran Balbino de Bernardo, Juan Luis Aguado, Antonio Bustos y Jaime Rodríguez Sacristán

José Antonio Jiménez
José Antonio Jiménez
19/06/2017

Una especie de retroceso en el tiempo se ha producido este lunes por la mañana en el juzgado. Los estrechos colaboradores de Lopera han declarado en el juicio contra el exdirigente por presunta apropiación indebida.

La declaración de todos ellos ha ido más o menos por el mismo camino. Así, comparecía primero el exconsejero Balbino de Bernardo, quien aseguraba ante su señoría que no conocía la existencia de vínculo alguno entre Tegasa y el Betis. Para el exdirigente sus funciones eran "institucionales" y manifestó que todas las decisiones, las de mayor peso y las intrascendentes, eran tomadas por Lopera. Tampoco sabía nada de la presencia en la sociedad de Encadesa, limitándose su función al área anteriormente citada y a firmar la cuentas cuando procedía. Tampoco ofreció datos concluyentes sobre la llegada de Lopera al Betis ni sobre la configuración del plan de saneamiento ni de las funciones propias de un consejero del club de la época. Sí reconoció que Lopera avaló la llegada de futbolistas y que su gestión resultó "beneficiosa para el club".

Por su parte, el exportavoz, Juan Luis Aguado, también testificó que desconocía el fucionamiento económico de la entidad con Lopera al frente, pese a que fue consejero. Aguado expuso que en los consejos "no se hablaba de Tegasa y Encadesa, por lo que era imposible fiscalizar a Tegasa". Al igual que Balbino de Bernardo, consideró la gestión de Lopera al Betis como positiva.

También declaró el exconsejero Antonio Bustos, quien declaró sentirse "un poeta, no un hombre de números". Bustos afirmó que cierto día tuvo un desencuentro con Lopera y se marchó del órgano rector.

El último de la mañana en comparecer fue el expresidente Jaime Rodríguez Sacristán. Al igual que sus excompañeros en la entidad, dijo que los contratos relacionados con Encadesa no eran objeto de debate en las reuniones del consejo y que al haber tanta confianza en Lopera "nadie le pedía explicaciones. Como concepto era un buen modelo, pues le garantizaba un buen funcionamiento al equipo de fútbol". Rodríguez Sacristán también tuvo palabras de elogio hacia la gestión del empresario de la calle Jabugo, pues trabajaba por el Betis "quince horas diarias, estando más encima del club que de su familia".