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Alarcón le ofreció a la empresa plagiada un 'sitito' en el palco del Betis

Carlos Aparicio, de Propulsa Comunicación, lo que pretendía extrajucialmente es que le reconociera el trabajo directamente o por la vía de unos honorarios

Paco Cepeda
Paco Cepeda
27/11/2017

Es realmente escandaloso que un director de negocio con mando en plaza, sobre todo en el área de comunicación y márketing, resista en el cargo después de saberse que la empresa que gobernaba antes de colocarse en el Real Betis, Below Marko, haya sido condenada por plagiar un trabajo que Propulsa Comunicación le había regalado al propio Betis. Es singularmente grave porque Below tomó una posición de mercado, presumió y se benefició mediáticamente de un trabajo que finalmente una sentencia ha reconocido que era de otro, de Propulsa, representada por Carlos Aparicio, descendiente del presidente bético Pascual Aparicio. Pero Ramón Alarcón es del núcleo duro de Ángel Haro y al parecer tiene patente de corso para todo o casi todo.

Tanto, que antes de verse el asunto en los tribunales y ser condenada en primera instancia la empresa de Ramon Alarcón, por violentar los derechos de propiedad intelectual que la entidad Propulsa Comunicación ostenta sobre la actualización del escudo, la disposición y la tipografía, la logomarca, la submarca y el sublogotipo del Betis, hubo un amago de negociación. Propulsa no quería ni dinero exactamente. Pedía el reconocimiento público de que ese trabajo era suyo, por parte del Real Betis, al que le regalaba el trabajo, por ser béticos y como inversión a futuro, o, en caso de que Below Marko siguiese aparentando ser la autora de ese modernización de la imagen del club, pues percibir sus honorarios por parte de Below.

Por entonces, en 2011, Ramón Alarcón no trabajaba en el Betis ni era consejero tampoco, pero tanto una cosa como otra le llegaron, entre otros motivos, por esos servicios prestados anteriormente y su diligencia, ahora puesta en cuestión por esta sentencia demoledora, aunque sea en primera instancia. Y pese a no trabajar ni ser nadie en el Betis, la oferta de negociación de Alarcón que hizo es de traca. El actual director de negocio resumió el asunto del siguiente modo: "Si lo que queréis es una compensación económica o que demos una rueda de prensa admitiendo un delito como el plagio, no es posible la negociación, en el resto estoy abierto a todo. Si quieres, Carlos (Aparicio), podemos comer con Miguelo (Guillén, entonces presidente del Betis), y darte tu sitio, porque además es de justicia, podemos ponerte como creativo e impulsor en la génesis de este trabajo y si quieres ir al palco del Betis en esa condición, de creativo del proyecto. Informar en la web oficial del Betis de tu participación... incluso alguna cosa más que se te ocurra, pero las líneas rojas para mí son el dinero o el reconocimiento de un delito".

Aparició recibió con estupor la proposición. El representante de Propulsa quería hablar directamente con el Betis, sin que Alarcón fuera el intermediario, juez y parte en este caso, pero bajo la premisa de que se le había copiado un trabajo, como así ha dictaminado la justicia, y que se le explicara en primer lugar como algo así había podido ocurrir.

No hubo ni principio de acuerdo, ni siquiera posibilidad de sentarse, porque las posturas estaban en los antípodas, pero hubo una segunda comunicación en la que Alarcón insinuó que depende de la cuantía económica de la que se estuviera hablando -porque Propulsa quería o el reconocimiento directo, por medio de la comunicación de que el trabajo era suyo, o el indirecto, por la vía del pago de unos honorarios- pues que podría hablarlo con el Betis, de nuevo como juez y parte, para ver si podía poner esa cantidad encima de la mesa. Todo un señor director general de negocio en potencia. Sin duda.