Una hora de charla en el día más duro

Serra Ferrer, presente en la ciudad deportiva

Miguel Ángel Chazarri 01/12/2017

El día es durísimo para el Betis. Aunque la capacidad de regenerarse de este club está fuera de toda duda, el varapalo ante el Cádiz es de época y por supuesto deja muy tocado a Quique Setién, quizás al borde de la destitución si se vuelve a producir otro sainete en Las Palmas. Serra decidirá.

Como suele suceder en el fútbol, el entrenador suele ser la primera víctima. La mañana ha sido de funeral. El entrenamiento estaba previsto para las 11.00 horas, pero los jugadores han salido una hora mas tarde. Dentro, reunión al canto. Lorenzo Serra Ferrer, el vicepresidente deportivo, ha acudido a la ciudad deportiva. Nada más llegar, para la zona de vestuarios con el objetivo de entablar contacto con jugadores y cuerpo técnico.

Alrededor de las 12.00 horas, la normalidad volvió con el inicio del entrenamiento. Pero de este golpe es difícil levantarse. Las goleadas causan estupor y urge parar tan nefasta dinámica ya. Serra va diciendo a los suyos que tomará decisiones, que ni mucho menos se quedará quieto, pues su prestigio como leyenda del club que es está en juego. Ocurre que tampoco él está a salvo de este fracaso, pues a Setién lo fichó él por tres temporadas, mientras que la defensa confeccionada y hasta el centro del campo siguen presentando grietas que cualquier rival aprovecha con demasiada facilidad. Y más en este sistema suicida ideado por Setién. Ya está el Betis como casi siempre.