Dimita, aunque sea un poquito

Haro se comprometió a dar un paso al lado si este año volvía a ser decepcionante, y en Copa el fracaso ya es rotundo

Paco Cepeda 01/12/2017

Una parte relevante de la temporada, ni más ni menos que una competición de Copa, una de las dos que disputa el Real Betis Balompié, se ha ido al mismísimo garete. Pongan ustedes el porcentaje que estimen por oportuno para evaluar cuánto se dejó ayer el Betis en el Benito Villamarín ante el Cádiz, encajando cinco goles (pudieron ser más) ante un equipo de Segunda y cayendo eliminado después de ganar en la ida en Carranza.

Ángel Haro, aunque lleva mandando algo más de tiempo, es presidente desde febrero de 2016, consejero desde 2014. Las temporadas bajo su mandato han sido para descambiarlas, una detrás de otra. Él mismo aseguró en verano que "si este año no sale bien, salgo de este tema, aunque mi jefe de prensa me diga que no debo decirlo. Tengo mis acciones y las representará otra persona pero esto no se trata de estar aferrado al sillón, se trata de poner un empeño en el proyecto y si no sale bien, pues llega otra persona". Pues vaya pensándolo seriamente.

Ángel Haro, se asegura, va a mantener a Quique Setién al menos un partido más. Serra anda muy preocupado, pero el presidente no quiere gastar la bala del entrenador ya. Porque entre otras cosas, hablamos de un presidente 'trituradora', que como vicepresidente con mando sentenció a Mel, y que luego ha ido contando con Merino, Poyet, Víctor, Alexis y Setién. Un entrenador le dura unos cinco meses máximo.

En Copa, en concreto, el historial del señor Haro es de traca. Hace dos temporadas, mandando aunque sin ser presidente, el Betis superó en la primera ronda al Sporting e hizo el ridículo ante el eterno rival (0-2 y 4-0) en octavos de final. El año pasado, presidiendo, el Betis caía a la primera de cambio ante el Deportivo, que al menos es de Primera. Y esta temporada, pues ya conocen, también en primera ronda el ridículo más espantoso ante el Cádiz. Por eso, y por mucho más, lo mismo debería ir pensando en eso de la dimisión, aunque sea un poquito.