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Acuerdo entre los concurrentes a la subasta para repartirse el capital que restaba

Paco Cepeda
Paco Cepeda
15/02/2018

Quedaba por adjudicarse un 5.1% del capital social del Real Betis, que no se vendieron en los tramos anteriores, y aunque se han presentado los sobres cerrados para la subasta, se ha producido un acuerdo previo, entre los concurrentes, para repartir ese 5.1%. Los términos se conocerán posiblmente el lunes. 

Hugo Galera, Carlos Herrera, Mariló Montero, Joaquín Caro Ledesma y los hermanos Antonio y María del Carmen Marín, todos ellos reconocidos béticos había acudido a la subasta, pero según adelantaba Tomás Furest en Canal Sur Radio, al ser todos béticos, al existir buena sintonía, han llegado a un acuerdo para repartir esas 6.004 acciones enlotadas a plena satiusfacción de todos.

El acuerdo con Galera es más amplio, se firma con él una paz social relativa, en el sentido de que acaban algunas de las cuestiones de fondo que los diferenciaban, Galera seguirá su cruzada con Lopera, y se constituira en oposición razonable de los actuales mandatarios, Haró y Catalán. El ex presidente alcanzará algo más de un 7% del capital social del Betis y no tiene pesando pelear por una plaza en el consejo por representación. Pero hay mejor sintonía. 

 El gran padre del acuerdo, Adolfo Cuéllar explicaba que "cuando empezamos este asunto la idea clara es que ni el señor Lopera ni luego el señor Oliver podían seguir en la gestión y que el Betis fuera de los béticos, y con algunas imperfecciones, se han logrado los objetivos. Me alegro especial y profundamente de que el señor Galera haya acudido a este tramo para adquirir acciones. Con esta fase ejecutada, supongo que procederemos a la disolución de la Liga de Juristas Béticos porque ya se ha conseguido lo pretendido y el Betis tiene a sus accionistas para ser defendido". 

Pues efectivamente, se abre otro escenario. El Betis de Haro y Catalán camino a su estilo, estarán vigilantes Galera y sus Béticos por el Villamarín y Manolo Castaño (si no vende), y el resto de pequeños accionistas que tendrán la última palabra si reaparecen los conflictos, que como ya saben, son hijos de los malos resultados deportivos.