Rafa Vega, el corredor que sale en televisión

Periodista y corredor que en noviembre hará en Nueva York su decimoséptima maratón

Carlos Carrión 19/10/2016

Entre los cientos y miles de corredores que pude concentrar cualquier prueba del circuito hay algunos rostros afamados por los triunfos conseguidos y otros por los tiempos empleados. No es el caso de nuestro protagonista, que ni aspira a lo primero ni se marca como objetivo lo segundo, pero que sin embargo es igualmente conocido entre los atletas populares porque ejercer el periodismo, y hacerlo en la televisión, es lo que tiene. 

Y Rafa Vega es periodista y atleta, da igual el orden, pero lo es, en ambos casos, por vocación. En su agenda setting de cada día está el salir a correr, el organizarse unos entrenamientos que van enfocados, especialmente, para correr el maratón. Lo hace desde 2008 y ya suma dieciséis. La próxima, como fue la de su estreno, y como ha hecho hasta en seis ocasiones, será en noviembre “en la meca de las maratones”, comenta, como es la de Nueva York. “Tuve como un flechazo con la ciudad y me han pasado cosas bonitas que me han marcado. Es una prueba diferente en todos los sentidos. La ciudad se vuelca. La gente sale y anima, hay como 130 bandas repartidas por el recorrido y yo me paro a bailar con ellos”, apunta. Porque para Rafa lo importante en cualquier prueba popular no es el tiempo, “el reloj lo miro poco”, sino el disfrute. 

De hecho, de ahí viene su último libro en torno al atletismo. “Funning. Diviértete corriendo”, un título que es el resultado de unir “fun” (diversión) y “running” (correr). “Es mi  filosofía, no corro para mejorar mi marca, sino para pasarlo bien”, apunta. Con este trabajo ya suma cinco libros en la calle. “Somos periodistas, nos gusta contar historias”, detalla. 

Precisamente porque sus historias no dejan de ser sus vivencias, porque conoce bien todo lo que rodea a este mundo, entiende que el periodismo “no debería darle la espalada al atletismo popular si buscamos audiencia en lo cuantitativo, y tampoco en lo cualitativo si tenemos esa faceta de educar y formar en valores”, finaliza.  

Entre esas historias que ha tenido que contar, hay una en especial que jamás olvidará. Fue en Boston, en su maratón, cuando “aquellas bombas me cogieron a seiscientos metros”, recuerda.