1-2: El Sevilla sólo arregla el resultado

Tanto Emery como sobre todo Monchi tendrán que buscar soluciones para generar más juego

Redacción 25/07/2014

Mal partido en general del Sevilla ante el Eintracht Braunschweig, pero este Sevilla ha tomado por costumbre ganar hasta cuando juega peor que regular. Es verdad que es pretemporada, es verdad que faltan muchísimos jugadores, y también es más verdad que todo, que con muchos de los defectos que se le siguen viendo a este Sevilla de Emery, el año pasado formó el taco que formó, pero de nuevo falta juego, personalidad en el medio y no parece que ni Trocho ni Cristóforo recuperados puedan aportar eso de lo que carece. 

Unai Emery puso de inicio ante el Eintracht Braunschweig a Beto; Diogo, Fazio, Botia, Fernando Navarro; Krychowiak, Cotán; Cicinho, Jairo, Reyes y Aspas. Un equipo casi idéntico al que jugó la segunda parte en Lyon. No dijo mucho este combinado, como tampoco lo hizo en Francia. Falta creación y calidad en el último pase a tope, pese a la presencia de gente como Aspas y Reyes. Muy precipitados con el balón en los pies todos en general y ellos en particular; y si con ese pobre juego se comete alguna tontería de las de Fazio antes de ser el nuevo Fazio, pues gol en contra que acaba con cualquier defensa del modelo. El Sevilla gozó de un par de ocasiones de Jairo, aisladas, a las que le faltó el acierto final necesario. 

Cicinho, aunque muy de cara a la galería, con demasiados taconazos y arabescos, fue el más activo y uno de los nuevos, el esperado Krychowiak, pues se ve que conoce el oficio de medio centro, pero tampoco parece capacitado para ser el generador de esa jugada distinta que rompa el esquema de los rivales. 

En el descanso, cambios masivos, de hecho Emery sólo dejó en principio a Beto, Botía y Jairo, metiendo en el campo a Coke, Pareja, Alberto Moreno, Luismi, Iborra, Vitolo, Aleix Vidal y Juan Muñoz. Nadie nuevo bajo el sol, incluso este Sevilla dejaba que los alemanes llegaran con facilidad en la contra, tras las inumerables imprecisiones y pérdidas de balón en ese medio del campo actualmente despersonalizado. Emery le dio minutos al joven Antonio Romero (estuvo bien el chaval), que entró por Botía, pasando Luismi al puesto de central. Menos mal, por aquello del decoro, que en los últimos minutos se desbibujó el limitado equipo alemán, que Juan Muñoz hizo lo que sabe (marcar) y que un jugador teutón se hizo un gol en propia meta, para darle el triunfo a un Sevilla que ya jugaba en la portería con Barbosa, por Beto, el último cambio.  El próximo encuentro, el domingo a las tres y media de la tarde ante el Unión Berlín, también de Segunda.

Imagen: Departamento de comunicación SFC