Un día de vacaciones

El Sevilla se deja ir en un partido ante el Standard de Lieja jugado de más a menos

Paco Cepeda 23/10/2014

El Sevilla se concedió en Lieja un día de permiso, de vacaciones pagadas. No es que se ausentara del todo, no faltó al trabajo, pero lo hizo como uno de esos días que usted y yo sabemos, que no tenemos ganas de muchos jaleos y tiramos un poquito de aquí otro de allá para cubrir el expediente y llegar a casa con el jornal, pero sin partirnos el espinazo ni mucho menos. Este Sevilla puede hacerlo, aunque no deba. Porque está tocado por la varita mágica, todo le sale bien o muy bien, porque es verdad que es difícil sacar todos los días lo mejor de uno mismo, cuando además hay otro y otro y otro partido en los que te juegas igual o más. Es verdad que el empate le da para liderar el grupo, y que además los encuentros clave los podrá disputar en casa, pero está todo tan apretado que al primer traspié te puedes quedar fuera y eso no se lo puede permitir un campeón que además está en estado de gracia.

Emery, como anunció, tiró de banquillo. De los habituales indiscutibles, sólo jugaron de inicio Beto, Carriço, Krychowiak y Aleix Vidal. El resto, gente que se tiene que ir ganando otro rol en el equipo. Y al principio, esta versión del Sevilla tiró de la tranquilidad que tiene el grupo para mandar con el balón y someter al rival. El exigido equipo belga veía a un Sevilla mandón que no le dejaba jugar. Cierto es que no apabullaba, y que tampoco tuvo ocasiones por doquier, pero era infinitamente mejor. Con el paso de los minutos eso se relativizó. Falló la precisión, los balones no llegaban tan tocados y el Standard, como además el resultado no se movía, empezó a perderle relativamente el respeto. Hasta el descanso, una fase en la que las fuerzas se igualaron mucho e igual de justo parecía el empate que un golito de alguno de los dos, sin preferencias. Buena conexión en la derecha de Diogo y Aleix. 

En la caseta, Emery prefirió no mover nada en un principio. Los nuevos no estaban mal, sobre todo Arribas, muy aceptable. Gameiro era sin duda el más peliigroso pero no tiene el rifle ajustado todavía. Y Reyes... pues eso, Reyes. Banega perdió ese toque que exhibió en los primeros minutos, pero trabajó de lo lindo. Se le agradece, porque llegaba con fama de todo lo contrario. Y pasaban los minutos, con Gameiro estrellando el balón en el palo con la ayuda de Diogo, pero con el Standard apretando más de lo que recomendable, aunque con todo controlado aparentemente, hasta que Emery se decidió a meter a tres jugadores de peso. Bacca, Denis Suárez y Deulofeu. Y pese a que el Standard también tuvo sus ocasiones más claras al final, con esta gente, con las genialidades de los dos cachorros de la Masía, y la presencia arriba del colombiano, el Sevilla, en un día de vacaciones, pudo lograr la victoria. Pero Bacca no atinó y el empate del principio se convirtió en definitivo. Otros días se hace lo mismo o menos y se gana, pero no siempre va a sonar la flauta, sobre todo si se toca tan flojito. 

FICHA TÉCNICA

Standard de Lieja (0): Thuram-Ulien, Jorge Teixeira, Ciman, Van Damme, Milec, Faty, Enoh (Louis, m. 67), Trebel, Mpoku, Mujangi Bia (Jonathan Viera, m. 79) y De Camargo (Vinicius, m. 90).

Sevilla FC (0): Beto, Diogo, Dani Carriço, Arribas, Fernando Navarro, Krychowiak, Iborra, José Antonio Reyes (Denis Suárez, m. 63), Éver Banega, Aleix Vidal (Deulofeu, m. 78) y Kevin Gameiro (Bacca, m. 62).

Árbitro: Huseyln Gocek, turco. Amarillas para Mujangi Bia, Arribas, Trebel, Fernando Navarro, Éver Banega y Krychowiak.