El entorno de Del Nido le mueve la silla a Castro

Se cumple un año de la salida del expresidente

Lucas Haurie 08/12/2014

En el Sevilla se mueven cosas entre bambalinas, mayormente la silla de Pepe Castro. El presidente cumple su primer año de mandato inquieto por las maniobras del entorno directísimo de su predecesor, José María del Nido, de quien se sospecha que acumula acciones para intentar que su hijo retome el control de club en comandita con Manuel Vizcaíno, quien ahora obra de delegado de Quique Pina en Cádiz. La razón es clara: debido a su dramática situación procesal, y la consiguiente devastación de su economía, el club se ha convertido en el único medio de vida de la familia.

Naturalmente, esta posibilidad es harto improbable aunque sí es cierto que las chinitas son permanentes en el camino de Castro y que lo que se cuece sobre todo es la intención de disolver la empresa Sevillistas de Nervión, de la que Del Nido posee ya un tercio, dos sextas partes del capital. La obligación de votar solidariamente en la junta general blinda al actual presidente, por lo que toda maniobra de desalojo debería ir precedida de la mencionada disolución. Aunque ni siquiera así saldrían las cuentas, ya que Roberto Alés y Rafael Carrión no van a dejar de apoyar a Castro, y tampoco está tan claro que Del Nido esté en condiciones de recuperar las acciones que le vendió a Jesús León. De hecho, el “delnidismo” mediático ha emprendido una dura campaña contra el empresario cordobés porque se temen que haya reproducido el esquema clásico del testaferro rebelde y pretenden ablandar su posición. O sea, que por ahora no pasa nada pero conviene escudriñar con celo cada movimiento.