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Un problema de 24 millones de euros

Llorente no despega pese a la fuerte apuesta de Emery en verano y la económica del club

Redacción
Redacción
08/02/2016

Monchi manifestó en una entrevista reciente que el único problema de Llorente era Gameiro. Sí y no. Sí, porque efectivamente tener a Gameiro tan enchufado dificulta las opciones de titularidad de cualquier atacante. No, porque detrás de los movimientos torpones de Llorente hay más, mucho más. Para empezar, el riojano se encuentra a contraestilo en el Sevilla. Sabida es la querencia de Emery de conceder campo y matar a la contra. Ese sistema le funciona a la perfección y no lo tiene por qué cambiar. En casa sí toma más la iniciativa, pero también sentencia algunos encuentros a la contra. Es evidente que Llorente, alejado del área, es menos Llorente. En segundo lugar, los extremos lo alimentan poco porque no son extremos puros. Normalmente buscan la jugada por el centro, tiran por zonas interiores. Quizás Konoplyanka es quien más llega para ponerla con la zurda. A excepción de Mariano, que sí saca buenos centros, no se caracteriza el Sevilla por atacar abierto.

Lo cierto es que Llorente aparece muy poco en los partidos. A veces no puede controlar el balón, se le ve muy aislado del juego. El riojano fue el fichaje estrella y vino a precio de fichaje estrella. El coste cero en las contrataciones del Sevilla no existe. Los fichajes, aunque no haya que pagar traspaso, suelen acarrear un elevado coste. El de Llorente, más que ninguno. El coste para el club de Llorente es de 8 millones de euros anuales (gana 4 limpios por cada una de las tres temporadas que firmó), rompiéndose el techo salarial marcado en las últimas temporadas. En el Sevilla, Llorente y Konoplyanka se encuentran en el nivel top. Ambos tendrán que variar su rendimiento, pues de la forma actual se hace difícil aguantarlos. Y si no hubiera ingresos Champions, menos.

Su presencia en la plantilla provoca otro efecto colateral: los jugadores importantes que sí han levantado títulos y que negocian en estos momentos su renovación (Banega) piden ponerse al nivel Llorente o cerca, cosa fácilmente entendible. Lo bueno es que queda mucha temporada y que Llorente, por su calidad, puede aparecer en cualquier momento. También que Emery ya ha demostrado que termina reconduciendo a casi todos los casos perdidos. De momento con Llorente no puede. Ahora mismo es un problema de 24 millones de euros.