2-2: El cromosoma Sevilla

Un campeón fundido en la parte final de la primera parte se sobrepone a todo y logra un gran resultado

Paco Cepeda 28/04/2016

Parecía que todo se iba al garete, porque después de un arranque brillante con gol tempranero de Vitolo, el Sevilla se replegaba, se vulgarizaba con el paso de los minutos, y se dejaba remontar en la primera parte, en la que acabó tan mal, tan superado, que todo hacía indidar que el partido sería eterno y muy cuesta arriba. Pero un equipo que gana tanto, con tanta gente diferente, es que tiene algo especial, podemos llamarlo el cromosoma Sevilla en este caso. Y de repente, gracias a la posesión de balón, el Sevilla se vino arriba, Banega apareció, y poco a poco fue creciendo hasta ir coleccionando ocasiones hasta que llegó el penalti, de nuevo con participación de Vitolo, que Gameiro, que había fallado alguna clara y le anularon un gol, metió ese penalti que pone la eliminatoria, el pase a la final, de cara, aunque el Shakhtar Donetsk sabe jugar y está especialmente dotado para la contra, así que ojito, aunque el campeón siempre es favorito cuando se pone la camiseta con el escudo de la Europa League.

Emery iba con todo o casi todo. No le importaba arriesgar con los recién recuperados Vitolo y Ramí. La ocasión lo requería. Y el Sevilla salió como un ciclón, a lo campeón. Con toda la cuerda dada, pronto, de forma inmediata, se ponía por delante en el marcador en una jugada al más puro estilo Vitolo. Pero el Sevilla anda cansado, y cuando con el marcador a favor, decidió tan pronto replegarse más, pues sus salidas no se hacían peligrosas porque con mucho terreno por delante, las piernas no respondían a la velocidad de las de los jugadores ucranianos, por otra parte muy dinámicos de medio campo para adelante. El Shakhtar fue creciendo, porque además Banega no sabía ni dónde estaba, y provocaba varios robos de balón del contrario que fueron minando la moral y el físico de los sevillistas. Un claro error en defensa, en la que no se basculó bien, dejó solo a Marlos, que definió de cine. El primero. En esos momentos el Sevilla se mostraba muy fallón y un bizcocho por las bandas, entre otras cosas porque sobre todo Konoplyanka no ayudaba ni en defensa ni en ataque. Otra jugada de extremo de los ucranianos acabó con un nuevo tanto, remontada completada, y un Sevilla por entonces muy noqueado, contra las cuerdas. Agradeció el conjunto de Emery el descanso, porque necesitaba eso, descansar, y sobre todo pensar.

De momento, Emery no cambió a los hombres, pero sí ciertas ideas. Propuso defenderse mejor con el balón, madurar un partido que se le había ido y que pintaba feo pero feo de verdad. Y funcionó. Banega apareció, haciendo cosas de crack, manejando todo. Y el Shakhtar se equivocó. Es un equipo que se encuentra cómodo a la contra, así que aceptó la propuesta sevillista y se dejó dominar, cuando estaba más fresco y pudo morder al Sevilla donde le duele. Confiaba en matar a la contra, pero eso no pasó. Emery sentó a Konoplyanka, lo pedía a gritos, y metió a Krohn-Dehli, que luego tuvo que ser cambiado por Coke a causa de lo que parece una grave lesión. Y el Sevilla tiraba para arriba, crecía y acumulaba méritos para como mínimo empatar. Ya sí existía Gameiro, al que le anularon un gol por centrímetros, luego falló un par de ellas más claras, hasta que le dieron el balón para tirar un penalti, otro de esos importantes, que metió, como siempre. El Sevilla lo hizo de nuevo. Parecía muerto y sin embargo conseguía un resultado bueno que incluso pudo ser mejor porque terminó dominando al rival, ya sometido. En el descuento, Lucescu hacía algo increible, algo que yo al menos no recuerdo haberlo visto en ningún partido profesional: hacer los tres cambios de una tacada y ya en tiempo adicional. Chirigotada para el recuerdo, sólo eso. El próximo jueves podrá pasar lo que ahora no sabemos ninguno, pero siempre estará el cromosoma que distingue al Sevilla que le permite al final levantar la Copa. 

FICHA TÉCNICA

Shakhtar Donestk (2): Pyatov, Srna, Kucher, Rakitskiy, Ismaily, Stepanenko, Marlos (Bernard, minuto 90), Kovalenko, Taison (Wellington, minute 90), Malyshev y Ferreyra (Eduardo, minuto 90).

Sevilla FC (2): David Soria, Mariano, Rami, Carriço, Escudero, N'Zonzi, Krychowiak, Konoplyanka (Krohn-Dehli, minuto 58 (Coke, minuto 72)), Vitolo, Éver Banega y Kevin Gameiro.

Goles: 0-1, minuto 5: Vitolo. 1-1, minuto 23: Marlos. 2-1, minuto 35: Stepanenko. 2-2, minuto 82: Kevin Gameiro de penalti.

Árbitro: Szymon Marciniak, polaco. Amarillas para Escudero, Carriço, Krychowiak, Srna y Malyshev.