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1-0: La cosa va en serio

Nzonzi logra un gol de oro que coloca líder a un Sevilla capaz de competir y ganar ante un grande

Paco Cepeda
Paco Cepeda
23/10/2016

Me encuentro sorprendido, gratamente sorprendido porque el Sevilla de Jorge Sampaoli, el de un técnico despistadísimo que se ha venido arriba dejando a un lado lo dicho para centrarse en lo hecho o por hacer, dio un golpe de autoridad de competitividad ante el rival que mejor hace eso en el mundo. Un triunfo que dice muchas cosas, pero muchas. Seguramente es muy pronto para saber si esto va a darle para pelear por la Liga, como hace el Atlético de Madrid en los últimos años, pero lo hecho ya es muy gordo. Sigo pensando que hace falta un delantero top para soñar despierto, y más cosas, y que sobran otras, pero el partidazo ante el Atlético merece romper con algunos prejuicios, al menos por mi parte. Porque el Sevilla fue de verdad, jugó por derecho y ganó por la mínima, pero con claridad, sin dejar lugar a la duda de que puede con un equipo tan bueno como es el Atlético de Madrid, que en Sevilla ha perdido el liderato y su primer partido de todo el año. Recibió su propia medicina: máxima intensidad en cada balón y además fútbol. 

Sampaoli ha dado con el grupo. Ahora rota lo mínimo. Cuando el rival es pequeño o relativamente pequeño, arregla la falta de profundidad con dos puntas. Cuando el enemigo es de nivel o precisa de alguna cautela, se tapa un poco más y deja a Vietto más solo. Pero ambas cosas funcionan. Ante un conjunto como el Atlético de Simeone, por supuesto optó por la versión más fuerte, más vigorosa, con esos tres centrales, esos dos laterales proyectados, un jugador omnipresente como Nzonzi, que luce y hace lucir a Vitolo, Mudo y Nasri... Vietto asume que tiene que pelear con sus armas y aportar más allá del gol. Y funciona. Cuando la elegida es esta versión, la profundidad viene por fuera, por Mariano y Escudero, más Vitolo, que cae por donde quiere. Las mejores jugadas sevillistas llegaron por esa vía, desde el comienzo del encuentro. Todo esto se tenía que hacer a mil por hora, a ese ritmo al que obliga un equipo tan fuerte como el de Simeone. Y todo este esfuerzo, con un campo muy bueno pero pesado por la lluvia sin fin. Cierto es que el Atlético tuvo algunas ocasiones porque su presión en la salida de balón sevillista generó algún problema más o menos gordo, pero el Sevilla se sobreponía y también se proyectaba con sus armas, que no fueron pocas.

Tras el descanso, Simeone fue poco a poco reculando, sin tanta gente ofensiva, pero con la misma raza especial para ganar partidos. Sampaoli no tocaba nada. Cada vez le gustaba más lo que veía (y a mí). Nasri pudo hacer el primero, pero su tiro se fue al palo, Vitolo también la tuvo, pero Oblak es un puñetero crack. Poco a poco el campo se volcaba, parecía inclinado para que jugase cuesta abajo el Sevilla. Y llegó el gol que reflejaba lo dicho. Nzonzi hizo una de esas llegadas que más temprano que tarde le colocarán en un club de esos millonarios y definió ante Oblak con tranquilidad, pese a que era perseguido por bicharracos como Savic, Godín... Estaba por ver la reacción del Atlético ante el rejonazo. Simeone ya había hecho todos los cambios y además perdía por expulsión a Koke, que ni siquiera protestó su segunda amarilla. Y el Sevilla se dio el alegrón de derrotar a su enemigo público número uno, con Gameiro ya sentado, con mucha claridad. La cosa va en serio. 

FICHA TÉCNICA

Sevilla FC (1): Sergio Rico, Nico Pareja, Ramí, Mercado, Mariano, Nzonzi, Escudero, ‘Mudo’ Vázquez (Iborra, minuto 89), Nasri, Vitolo y Vietto (Correa, minuto 90). 

At. Madrid (0): Oblak, Juanfran, Savic, Godín, Filipe Luis, Gabi, Koke, Correa (Gaitán, minuto 46), Carrasco (Tiago, minuto 55), Kevin Gameiro (Fernando Torres, minuto 66) y Griezmann.

Gol: 1-0, minuto 73: N’Zonzi.

Árbitro: Martínez Munuera, valenciano. Mandó a los vestuarios por doble amarilla a Koke. Cartulinas amarillas para Rami, N’Zonzi, Correa, Gabi, Nasri y Mariano.