Segundas partes siempre fueron buenas

El Sevilla adormerce en casa al rival con la posesión y golpea en el segundo tiempo

José Antonio Jiménez 24/10/2016

Las primeras partes del Sevilla no dicen demasiado. Parece que al equipo le cuesta entrar, o quizás poco a poco va cansando al rival con largas posesiones hasta que en la segunda mitad va de verdad y termina ganando. Es curioso que de los seis partidos que el Sevilla ha ganado en casa (cinco en Liga y uno en Champions), todos ellos han venido con goles en la segunda parte, si bien ante el Espanyol, en la primera jornada, también hubo acierto en el primer tiempo. A partir de ahí, dos goles marcó a Las Palmas, uno al Betis, dos al Alavés, uno al Olympique de Lyon en Champions y el tanto de N'Zonzi ante el Atlético de Madrid. El hecho de que a los rivales se les haga muy largo el partido en Nervión, y que poco a poco vayan reculando, también explica la impecable marcha del equipo en el Sánchez-Pizjuán, donde se emplea como un rodillo ante quien se ponga enfrente.

Fuera, la historia varía. Da la impresión de que falta un partido convincente a domicilio para despejar las dudas. En Villarreal no hubo goles y se jugó bastante mal; la tarde de Eibar, mejor no recordarla. Nasri marcó en la segunda parte en San Mamés pero para nada. Y en Leganés sí que fueron clave los goles de Nasri y Sarabia en la segunda parte. En Liga de Campeones, un solitario gol de Nasri en el primer tiempo bastó para la victoria en Zagreb. Claramente, el Sevilla va de menos a más en los encuentros, especialmente cuando se encuentra ante su público.