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La charla al descanso que lo cambió todo

Sampaoli e Iborra tomaron el mando y reforzaron la parte emotiva para variar la imagen en el Villamarín

Redacción
Redacción
27/02/2017

El descanso del pasado Betis-Sevilla no pudo ser más productivo para los intereses nervionenses. Sampaoli hizo cambios y entre todos se mentalizaron para cambiar la imagen. Iborra tomó mucho la voz cantante. También el entrenador dio consignas cortas y precisas que llegaron al futbolista. E hizo dos sustituciones, sobre todo la de Iborra, acertadas.

Dos ayudantes de Sampaoli, Matías Manna e Iñigo Domínguez, han explicado lo que ocurrió en ese vestuario para que el equipo saliera y le diera la vuelta al marcador. "Se apeló al orgullo, no estábamos siendo lo que solemos ser y había que cambiarlo en el segundo tiempo. Y así se hizo. Después de hablar el entrenador, lo hacen normalmente los jugadores, pero el otro día más si cabe. Fue una reivindicación al orgullo y lo trasladaron al terreno de juego. Este equipo tiene muchísima personalidad", señaló Iñigo.

Manna fue más explícito al afirmar que "me quedo con una imagen, sin contar cosas que pasaron dentro que tienen que morir ahí, pero sí me quedo con la charla del entretiempo del entrenador y los jugadores, y una vez finalizada me acuerdo que el primer jugador que salió del vestuario, salió y volvió a dar cuatro o cinco pasos para atrás, y con todos los jugadores que seguían dentro del vestuario, volvió, golpeo la puerta y dijo: ‘¡Bueno, todo esto que dije, pero de verdad, vamos a hacerlo de verdad…!' Eso me pareció muy bueno, la arenga del equipo, pero después a los segundos volver a determinarla, golpear la puerta y decir todo lo que dijimos lo vamos a llevar a cabo y lo vamos a hacer de verdad. Eso fue un grito muy bueno y muy importante para salir con entusiasmo en el segundo tiempo".

Domínguez explicó lo que a su juicio es una de las características de todo equipo ambicioso. "Los grandes equipos y buenos jugadores tienen esto, te transmiten un sentido de pertenencia muy grande. Lo consiguieron después de 45 minutos donde el rival fue superior. Ahí en las malas es donde se ven los buenos jugadores y las buenas intenciones. Lo que pasó en el vestuario habla de la identidad del equipo y de su sentido de pertenencia. Durante los 15 minutos del entretiempo se notó eso y sobre todo las arengas del final  demostraron lo que es el equipo y uno se siente orgulloso de formar parte". La parte emotiva, la mayor calidad sobre el rival y el carácter asustadizo de éste ayudaron a lograr la victoria.

 

Imagen: sevillafc.es