La otra revolución del verano

El filial, también sujeto a profundos cambios

José Antonio Jiménez 16/06/2017

Es ley de vida salvo que a un equipo le dé igual que los futbolistas de su filial tengan casi 25 años. Y es que el Sevilla Atlético del curso que viene poco o nada se parecerá al de los 53 puntos. No tendrá al mismo entrenador y más de diez de sus futbolistas nunca volverán a portar la elástica filial.

José Antonio Caro, Bernardo Cruz, Diego González, Toño Cotán, Borja Lasso, Ivi, Carrillo, Curro... son futbolistas a los que tocará encontrar sustitutos de garantías para que no se repita el desastre de la 2008/09. Para ello se tiene más o menos claro que se cuenta con Juan Soriano, Ondoa, Álex Muñoz, Carmona, Matos, Yan Brice, los hermanos San Emeterio, Pozo, Carlos Fernández, Marc Gual, Carrascal, Boutobba y los juveniles que este curso tan bien lo están haciendo en el División de Honor a las órdenes de Agustín López.

Lo primero, sin duda, pasa por el banquillo. Han ganado peso en los últimos días las opciones de Tevenet y Palop (ambos podrían tener como segundo a un exfutbolista blanco), después de que la de Agustín López parezca no convencer del todo por lo complicado de darle la oportunidad a un técnico con un gran potencial, pero sin experiencia en el fútbol profesional.

¿Fichajes? Vendrán futbolistas a bajo precio que puedan tener opciones de dar el salto más pronto que tarde al primer equipo. Por eso, olvídense de refuerzos curtidos en mil batallas. Se espera que a comienzos de la semana que viene a lo más tardar se haga oficial el nombre del relevo de Diego Martínez de cara a que se dé el pistoletazo de salida a la reconstrucción de una plantilla cuyo objetivo no puede ser otro que la permanencia.