La situación de la plantilla del Sevilla jugador por jugador

Paco Cepeda 16/05/2018

El Sevilla no tiene todavía ni director deportivo ni entrenador, pero sí una estructura que trabaja sobre qué hacer con cada jugador de la plantilla, lógicamente escuchando a los que lleguen, pero con un criterio muy concreto de lo que hay. Se quiere una plantilla ligeramente más corta, más física y españolizada. Como siempre, las ventas, las no deseadas, marcarán mucho el rumbo. 

David Soria: Se quedará seguramente si sale Sergio Rico para competir con el portero que se va a firmar.

Sergio Rico: Jugador y club creen que ha llegado el momento de una salida rentable para ambas partes. Tiene mercado por muchas razones, y en el Sevilla se ha estancado claramente.

Jesús Navas: Se queda, claro, y como lateral derecho titular en principio.

Mercado: Hombre de club. No hay dudas sobre su continuidad, lo normal es que se le amplíe el contrato, que acaba en junio de 2019.

Corchia: No se le ha podido ver casi nada y en principio se va a quedar, aunque si llega una oferta aceptable, el puesto de lateral derecho se querría retocar.

Layún: A Caparrós le ha gustado. Ha encajado bien en el vestuario, tiene ese carácter que se echa de menos. Pero ha dejado muchas dudas sobre su calidad. La polivalencia juega a su favor. Tiene opciones de quedarse. 

Escudero: Sin duda ha sufrido un bajón, pero seguirá. 

Pareja: Termina contrato en junio de 2019. Si el futbolista trae una proposición, el club le dejará marchar sin poner más problemas. Es lo que desea.

Lenglet: Está muy en el mercado. Lo normal es que salga por el importe de su cláusula. 

Carriço: Con contrato hasta 2020, es difícil que salga, precisamente por eso. Si llega con una propuesta, el Sevilla la atenderá seguro. 

Kjaer: No tiene la contundencia que se esperaba de él, pero en principio será el jefe de la defena del año que viene. 

Carole: Ya no está.  

Arana: Preocupa lo suyo. El entrenador del año que viene decidirá si le sirve o si hay que estudiar una cesión en Europa. 

Ganso: Guerra a la vista. Su representante sabe que sobra, pero quiere la carta de libertad y hasta dinero para irse. El Sevilla tratará de perder lo mínimo posible.

Pizarro: Habrá que saber qué quiere el jugador, algo incómodo, pero en el Sevilla se le tiene en cuenta. A Caparrós lo ha convencido y se estima que con un año de aclimatación, servirá para jugar muchos partidos, aunque no sea titular de salida. 

Roque Mesa: Apuesta clara para el año que viene. Se pagará lo pactado con el descendido Swansea. 

Nzonzi: Pese a todo lo que pueda parecer, en el Sevilla estarían contentos si se queda, y si deja de dar  la lata. Pero si trae una oferta digna, por no seguir con esta tensión, será traspasado.

Banega: Se le buscará un hombre que le pueda dar descanso, pero capitán general para el año que viene. 

Geis: Tenía el aval de Óscar Arias. Llegó cedido. No seguirá.

Sarabia: Cuenta para el próximo Sevilla, por edad, rendimiento y porque se quiere un núcleo nacional potente. Si algún equipo se vuelve loco con una oferta fuerte, pues se estudiará.    

Franco Vázquez: Lo más normal es que se quede. En el Sevilla saben lo que da, para lo bueno y lo malo, y que es difícil que el mercado pague la cantidad que se pediría. 

Correa: Se le quiere buscar salida y perderle poco dinero, porque sigue siendo joven y como tiene cualidades hay equipos que piensan que está por explotar. 

Muriel: Uff. Una patata caliente. Costó 21 millones y ha dejado muy malas sensaciones por su falta de carácter competitivo, además de la falta de gol. Se querría una salida digna, pero mucho se temen en que el precio de mercado sería demasiado bajo.

Ben Yedder: Está en el mercado. El Sevilla cree en él, sus goles le avalan, pero saben que la delantera se tiene que tocar y lo mismo se apuesta por sacar dinero con Ben Yedder y acudir al mercado para firmar otro perfil, como el de Batshuayi.

Nolito: Rezando para que el Celta haga una oferta si vende a Iago Aspas. 

Sandro: Si el precio es relativamente sensato, se quiere apostar por él, pese a que no haya hecho ni medio gol. La edad y su condición de jugador nacional por explotar le convierten en apetecible.