muchodeporte.com Sevilla FC

Machín, de discípulo de Lotina a 'maestro' de Lopetegui: su ideario

José Antonio Jiménez/Paco Cepeda
José Antonio Jiménez/Paco Cepeda
27/05/2018

Cuando el Numancia todavía no se había convertido en un conjunto mediático, un joven componente de su vestuario lo tenía que dejar prematuramente. Con apenas 19 años. Una lesión le obligaba a intentar ganarse la vida en el complicado mundo del fútbol, pero desde los banquillos. No sobre un terreno de juego.

Fue lo que hizo Pablo Machín (Gómara, 1974), que de un conjunto de juveniles a mitad de los 90 del siglo pasado ha pasado al banco de un grande (el del Sevilla). Su particular reválida para demostrar que lo hecho en el Girona no ha sido fruto de la casualidad. Un entrenador que en un reciente entrevista publicitaba el nombre de la persona que le enseñó mucho de lo que ahora sus pupilos ponen en práctica. “Lotina me abrió la visión del fútbol táctico, que entonces se centraba en lo defensivo. Yo era de los jugadores que se cuestionaban el porqué de las decisiones. Quienes me conocen ahora, dicen que yo trabajo más la táctica ofensiva”, relataba el soriano sobre el técnico que tuvo cuando defendía la casaca de los moradores del Viejo los Pajaritos. Ahora, tiene como modelo de gestión a Del Bosque y le dio' clases' sobre su sistema de tres defensas al propio Lopetegui, que consideró que no dominaba esa variante del juego y que la quería para su selección española.

Machín, toca recordarlo, formaba parte del cuerpo técnico del Numancia que amargara el debut en Primera de Pep Guardiola (era segundo de Juan Carlos Unzue). Un colega de profesión con el que no se identifica demasiado. “Crecí como técnico en la antítesis Guardiola-Mourinho, diferentes, pero ambos excelentes. Sin embargo, me identifico más con Vicente del Bosque. Hizo cosas buenas ofensivamente sin perder el equilibrio defensivo, aunque ese papel no se haya destacado. Era importante sin darse importancia”, asevera al respecto.

Estudiante de Magisterio, criado en una familia en la que la agricultura era casi el único ingreso y con la figura de su padre siempre presente. “Mi padre me decía que el fútbol no me daría de comer. No le interesaba. Murió antes de ver el ascenso del Girona a Primera, pero ya pudo comprobar, al menos, que su hijo era un profesional. Fue alguien muy importante para mí. Mi objetivo era siempre ayudarle. Incluso cuando empecé a jugar, no pensaba en un futuro ligado al fútbol”, comentaba en la misma entrevista un Pablo Machín al que a los pies de la Giralda se le presenta un reto tan complicado como ilusionante. A sus 43 años, una meta para seguir creciendo o para demostrar que lo suyos con los elencos de perfil medio-bajo…

DIEZ PENSAMIENTOS PARA IR CONOCIENDO A MACHÍN

1. La idea es más importante que el dibujo

2. Somos como el Atleti, por lo valores y porque persistimos en nuestros objetivo

3. En Segunda empezamos con un 5-3-2 para dar solidez a la defensa y pasar posteriormente a un 3-5-2, con dos nueves de referencia, con buen juego de espaldas, y tres pivotes muy iguales para que, de esa forma, uno pueda dejar el corsé táctico y sorprender sin perder equilibrio. En las bandas, prefiero extremos reconvertidos en carrileros, como Aday o Cifu, que laterales puros, porque quiero iniciar desde atrás y llegar a poner buenos centros.

4. Creo que a todo el mundo nos gusta el mismo fútbol. Ganar, ser ofensivos y si, además, podemos ser brillantes en cuanto al juego combinativo, mejor. Yo creo que hay muchas formas de ganar, muchas formas de jugar al fútbol y muchas formas de jugar bien al fútbol. En el equilibrio está la virtud y estoy muy satisfecho de que el equipo sea casi siempre uno de los máximos goleadores y uno de los menos goleados, con lo cual dice que ese equilibrio lo llevamos.

5. Tenemos que demostrar la calidad que tenemos a partir de igualar el trabajo del rival. Yo lo que siempre les digo es que se pueden perder los partidos pero nunca los podemos perder por dejadez o porque haya corrido el rival más que nosotros. Siempre se puede perder pero que sea por mérito suyo y no por demérito nuestro. Para mí tal como se entrena se juega y una de las bases de que seamos tan competitivos es que esa competitividad la tenemos en los entrenamientos.

6. Ser valiente puede ser, quizás, algo suicida, temerario, pero lo que tienes que ser siempre es inteligente.

7. Jugar bien es jugar a lo que tú quieres: tu idea de juego, tu propuesta.

8. Si no me hubiera ido bien como entrenador siempre me habría quedado el hecho de ser maestro, siempre tuve muy claro que había que formarse y soy licenciado en Educación Física, o volver a coger el tractor y ser agricultor con mi padre. No se me habrían caído los anillos.

9. La ambición bien entendida es buena. Y va ligada con la exigencia. Me considero exigente conmigo mismo y con los demás. Es importante rodearte de buena gente porque no puedes ocuparte de todo. Soy bastante objetivo y trato de cumplir lo que digo.

10. Cuando coincidí con Juan Carlos Unzué, como su segundo en el Numancia, le decía que yo aportaba el fútbol de verdad, porque él venía del Barça de Guardiola, de la ciencia ficción. Nuestro fútbol, el modesto, no es así. Puedes asimilar conceptos, como hemos hecho en el Girona, pero si intentas que futbolistas que no han jugado desde atrás, lo hagan desde el principio, vas al fracaso. Tienes que introducir matices, suavemente, y arriesgar a medida que te sostienen los resultados y aumenta la confianza.