Un equipo a la espera de la patronal (ACB)

José Antonio Jiménez 23/03/2020

Hace unos días la Liga ACB decidía en asamblea suspender su actividad hasta el próximo 24 de abril. Una decisión que se tomaba cuando todavía no se había ampliado dos semanas más el estado de alarma en nuestro país. Sin duda, que esté vigente por más tiempo obliga a que sus gestores tengan que ser conscientes de tener que alterar una fecha que se queda fuera del contexto que estamos viviendo. Estando prohibidos los entrenamientos colectivos, se antoja imposible que a finales de abril la máxima categoría de nuestro baloncesto pueda volver a la normalidad.

Además, asunto nada menor, son días en los que no pocos clubes ya han presentado expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Los primeros han sido Estudiantes y Fuenlabrada. Obradoiro y Burgos podrían ser los siguientes. Bilbao Basket, Tenerife, Zaragoza y Unicaja también se lo han planteado. Manresa, mientras, estudia una reducción de horarios que abarate la carga salarial de la entidad catalana.

En la entidad bética sin duda están muy pendiente de las decisiones que se tomen de cara a saber si la temporada se termina (aunque sea en nuevos plazos) o se apuesta por la cancelación definitiva con sus lógicos inconvenientes. Sobre todo, para los conjuntos que dependen de los patrocinadores, que dejarían de poner dinero.