muchodeporte.com Baloncesto

Una arriesgada apuesta por el juego ofensivo

José Antonio Jiménez
José Antonio Jiménez
15/09/2020

Viene siendo la tónica habitual desde que el Real Betis desembarcara en San Pablo el lejano julio de 2016. Apostar por jugadores muy ofensivos, pero con notables carencias defensivas. Los resultados, salvo lo sucedido durante la estancia bética en la segunda categoría de nuestro baloncesto, lo dicen todo. O el curso pasado, extraño ejercicio que los de Curro Segura salvaron en la cancha gracias a la aportación de Erick Green.

Apenas han hecho falta tres amistosos para comprobar que Segura tiene a sus órdenes a un plantel aceptable en ataque (en algunos casos, el de James Feldeine, notable), pero sin mucho criterio defensivo. Para que los amantes al deporte de la canasta se hagan una idea, el elenco carece de interiores fogosos o de exteriores que se conviertan en la sombra de sus contrarios. Salvando las distancias, no hay profesionales del perfil de Felipe Reyes o del mítico Michael Cooper.

A nadie se le escapa que si este equipo quiere cumplir sus objetivos (el primero, evitar el descenso a la LEB ORO) no tiene más remedio que ponerse el mono de trabajo ante unos contrarios que seguro castigarán la palpable carencia. El Real Betis encara los días previos al arranque de la LIGA ACB con la necesidad imperiosa de conjuntar a un bloque que ante Unicaja el pasado fin de semana ofreció una imagen bastante discreta.