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Un mismo escenario, ¿punto y final del Real Betis Baloncesto

José Antonio Jiménez
José Antonio Jiménez
25/05/2023

El Palacio de la Comunidad de Madrid, rebautizado hace unos años, asistió al primer partido de la sección de baloncesto del Real Betis en 2016. Horas antes de la rueda de prensa del duelo en San Pablo ante Manresa en la antigua sede de Energía Plus, los de Zan Tabak barrieron a Estudiantes. Casi siete años después, en el mismo escenario, certificaba su tercer descenso a la LEB ORO (uno no llegó a consumarse por cuestiones judiciales). Un resultado deportivo que lo dice todo de la gestión de una entidad que desembarcó en el baloncesto de élite por cuestiones que algún día se conocerán y que nunca ha sido capaz de sacarle rédito a un producto que tras lo sucedido ayer miércoles no tiene nada claro su futuro.

Se entiende que el Real Betis no dejará tirada a su sección de baloncesto. Estaría feo hacerlo con el equipo en Segunda. Otra cosa es que delegue en terceros para que comience una transición que debiera acabar en una venta que los verdiblancos llevan gestionando de un tiempo a esta parte (está claro que si piden 4 millones de euros nadie va a querer comprar al extinto Caja San Fernando).

En Segunda y sin jugadores (harto complicado es que algún elemento de esta plantilla siga) y sin entrenador (no vemos a Casimiro sentado en los banquillos de la LIGA LEB ORO) tocaría acertar igual que en 2018. Eso sí, la categoría ya no es tan mediocre como antaño. Que se lo digan a Estudiantes, que no es capaz de volver a la ACB. Una planificación, a ver quién la hace, encaminada en que la estancia en Segunda sea corta. Otra cosa sería una mala noticia.

Otra cuestión es hablar del dinero que habrá. No se sabe si el dinero que paga en el Ayuntamiento seguirá siendo una parte importante en el capítulo de ingresos. Tampoco si el Real Betis pondrá la misma cantidad que pone en ACB. Y qué decir de los patrocinadores. Si no han llegado en Primera, en Segunda…

Resumiendo, momento de reseteo (o paso a un lado) de un Real Betis que en siete años ha demostrado su incapacidad para gestionar a un equipo de baloncesto. Un deporte en el que nadie gana dinero y en el que hay que tener muy claro a quién va dirigido el producto. A los béticos de toda la vida, visto lo visto, nunca les ha gustado apropiarse de algo que debería ser de todos los sevillanos y no únicamente de los que tuercen en verdiblanco. Para eso, el equipo no puede llamarse Real Betis.