La mejor consejera posible para Nadal

Vía de Escape

Paco Cepeda 06/06/2022

Rafa Nadal se ha colado en nuestras vidas de la forma que sólo lo hacen los amigos y por supuesto la familia. Con Rafa Nadal desaparece el periodista, al menos en mi caso, y aflora el fan, incapaz de la crítica, seguramente porque no la merece nunca. Seguro que a él no le apetece nada estas confianzas, saberse tan importante para tanta gente a que no conoce de nada, pero es lo que tiene asociar una persona a tantos momentos de felicidad, que termina siendo muy importante en tu vida. Es lo más parecido a un amor platónico, en mi caso fraternal, porque soy de la minoría heterosexual.

Cuando de verdad aprecias a alguien, como es el caso, empiezas a sufrir, no porque peligre una nueva victoria, que la tiene acreditada y que yo diría que es lo de menos, es que no quieres que padezca lo más mínimo. Y ciertamente, aunque andaba nervioso por la rueda de prensa que iba a ofrecer tras su partido contra Ruud, en realidad deseaba que parase ya, que pusiera ese pie en la mejor forma posible para lo que le queda de vida y que si el deporte de alta competición le resta más calidad de vida de la que ya ha perdido estos años por culpa de esa lesión, que lo deje ipso facto. Nadal tiene la palabra, faltaría más, pero espero que si oye a alguien más que a él mismo no sea desde luego a la gente que le lleva su poderosa industria, que le da de comer a tanta gente. Espero que no le pase como a los toreros antiguos, que muchos apoderados incitaban a comprar propiedades, cortijos, para tener que pagarlos y por tanto asegurarse las corridas futuras de sus representados. No presupongo que esté mal aconsejado por ese entorno que le lleva la marca y sus empresas, para nada, pero me quedo más tranquilo si cuando tenga esa charla consigo mismo, le eche cuenta a lo que le sugiera su madre, la señora Parera, que seguro que le desea lo mejor sin mirar ni al deporte ni a la industria ni a todo eso por lo que tienen que velar otros.